La noche a los pies de San Macario pintaba bien en Andorra, y es que la ermita del Pilar resultó ser un escenario más que acogedor para ser escenario de los Premios Empresa, una cita que organiza la Asociación Empresarial Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Martín desde hace ya 15 ediciones. La de este viernes volvió a ser una velada para festejar y celebrar y de dar a la pequeña empresa un empujón y respaldo. Ya no solo entre las premiadas, sino entre todo el tejido social que se dio cita en Andorra para reencontrarse, conversar y ponerse al día y, en algunos casos, ponerse cara. Hubo más de un centenar de invitados, entre ellos, autoridades locales, comarcales, provinciales y autonómicas; así como representantes de las organizaciones empresariales de la CEOE y CEPYME y otras entidades sociales del territorio.
En esta ocasión el premio a la Innovación recayó en Almazara Artal, de Albalate del Arzobispo; el premio a la Trayectoria, para Distribuciones Sánchez y el de la colaboración, en la brigada municipal de Andorra. «No nos lo esperábamos en absoluto y es una alegría y un orgullo que te reconozcan un trabajo que siempre está en la sombra», dijo Julio Villanueva, el encargado. En la actualidad son 25 empleados los que están «para lo que toca las 24 horas del día los siete días de la semana». En el escenario, después de recoger el premio de manos del alcalde, Rafa Guía, reivindicó que, con el referente de la chimenea de la Central Térmica derribado, que «hay que seguir potenciando este servicio tan básico y fundamental para el municipio como es la brigada».
A aquellas personas que sin ser de Andorra llegaron al pueblo a trabajar y ya son unos andorranos más, quiso destacar también el presentador de la noche, el director del Diario de Teruel, Chema López Juderías. Muchos llegaron al calor de las minas y la Térmica, pero otros, años antes. Es el caso de Distribuciones Sánchez, un negocio dedicado a la alimentación que fundó un matrimonio emigrado de un pequeño pueblo de Salamanca en la década de los años 30. El Premio a la Trayectoria lo recogió la cuarta generación, la misma que sigue recorriendo los pequeños pueblos de la zona y más allá manteniendo el trato con el cliente «de tú a tú». Su objetivo es seguir creciendo mientras sigue prestando servicio al medio rural. «Este negocio siempre es rentable en la calidad de las personas, económicamente depende de las temporadas. Pero primamos la proximidad, el trato humano que por desgracia poco a poco se pierde», dijo Salustiano Sánchez.
El presidente de la AEA, Roberto Miguel, fue el encargado de entregar este premio a la Trayectoria. «Creo que hoy es nuestro día, una vez al año nos damos un día de tregua y nos ponemos en valor a nosotros mismos para reconocer a tres empresas que pertenecen a la asociación su trabajo. En una noche de convivencia y también de conocer a las caras nuevas del espectro político que está recién llegado», dijo el presidente de AEA, Roberto Miguel. Entre los rostros nuevos está el del director general de Comercio, Ferias y Artesanía de la DGA, Javier Camo. «Ya hemos emplazado una reunión y contentos de que haya venido, esperamos que la línea sea igual de buena como la que teníamos e incluso mejorarla, en las asociaciones tan pequeñitas si no fuera por la colaboración pública con las subvenciones no tendríamos posibilidad ni recursos para personal ni organizar eventos de este calado», añadió.
Por su parte, Camo destacó que actos de este tipo son «fundamentales» para dar visibilidad del buen hacer del comercio rural y las oportunidades que genera en el entorno como fijar patrimonio, generar riqueza o relevo generacional. «Brindando herramientas directamente al comercio y multiservicios, o apoyando a las asociaciones, que son una herramienta muy indispensable que sirven para gestionar, asesorar, informar, transferir conocimientos e información y son un elemento vertebrador. Desde el Gobierno de Aragón vamos a seguir apoyando en la medida de lo posible y mi intención es estar cerca cada vez que lo reclamen», apuntó. En cuanto al relevo generacional, hizo hincapié en la necesidad de brindar herramientas de «formación e información contando los casos de éxito», analizando las oportunidades y adaptarse a nuevas tendencias con las nuevas tecnologías «poniéndolo lo más fácil para detecten que tienen futuro y trabajo».
Camo entregó el Premio a la Innovación a Almazara Artal, que recogió Ángel Artal junto a su hija Marta, que a sus 23 años aseguró que «el futuro está en el pueblo». En este caso parece que el relevo está asegurado y por delante quedan muchos retos. Uno de ellos, es conseguir cerrar el círculo de la economía circular y que la explotación dependa de sus propios recursos. La almazara es joven, opera desde 2019, pero ha cosechado numerosos premios y entre ellos, este a la innovación porque dentro de las instalaciones de Albalate todo es revolucionario. «Ahí está la innovación y en el campo lo tradicional, con casi 500.000 olivos en regadío», comentó Ángel Artal. Antes de bajar del escenario se le preguntó si el precio del aceite bajaría, su respuesta fue afirmativa pero con matices. «Si no hubiera sido por esta subida, muchas explotaciones no hubieran salido adelante porque ha sido un año terrible, con una media de cosecha del 15% en todo el territorio. Con el regadío hemos aguantado pero con unos costes, como los del electricidad, disparados y multiplicados por siete… Pero el precio bajará», apuntó.
«¿Qué quiero para Andorra? Agua»
Si las cosechas de regadío se han salvado en buena parte, el agua no es menos indispensable para la industria. El alcalde de Andorra destacó el compromiso por el territorio de las pequeñas empresas de la zona, tanto las premiadas como el resto que cada día trabaja y mantiene empleo. «Nos dan aire mientras llega lo que todos deseamos, el desarrollo que pueda compensar el cierre de las minas y la Térmica», dijo. En este sentido, fuera de escenario en la atención a medios, aseguró que lo que quiere para Andorra es agua y para eso, este miércoles mantuvo una reunión con la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). «Necesitamos agua para desarrollar los proyectos que están interesados en el parque empresarial de Andorra, la danesa es el tractor y necesita mucha cantidad de agua, así como otras que vienen a su abrigo, y pedimos agua y comprensión con nuestra situación porque no hemos revertido la pérdida de empleo que sufrimos con el cierre de la Central Térmica», apuntó. «No pedimos los 18 hectómetros cúbicos que tenía concedida Endesa. Tenemos concedidos 5 del MITECO pero nos gustaría, como mínimo que esos 5 fueran 7 u 8 para poder ofertar garantías a las empresas que tienen intención de instalarse», añadió.
Descarta, al menos de momento, la elevación de aguas del Ebro, un proyecto paralizado y que «no tiene visos de avanzar», por eso, el agua se captaría del pantano de Calanda. «La presidenta fue muy receptiva y hemos quedado en volver a vernos porque hay temas que encajar, como por ejemplo, la compensación que recibían por parte de Endesa los regantes del Guadalope que también se nutren del pantano de Calanda», concluyó.
El grupo de Alcorisa Los del Chimbao ambientaron con su buen hacer musical el cóctel con el que terminó la noche. Los presentes degustaron bocados elaborados por establecimientos de la zona.