A Dakar y Valderrobres les separa más de 3.400 kilómetros de distancia. Ese es el viaje que realizó hace cuatro años Amadou Loum, del que no hubo retorno. Este senegalés de 43 años se siente feliz en la capital matarrañense y ha decidido quedarse para siempre. El protagonista de esta semana del espacio «EncontrArte» es un pintor diferente y original, que sabe combinar a la perfección en sus obras la belleza de la naturaleza y el arte.
Desde muy pequeño, Amadou se sintió fuertemente atraído por el arte y especialmente por la pintura. Siempre le acompaña una libreta que le ayuda a recordar las ideas y los momentos que le inspiran. En su casa, en pleno centro de Valderrobres, se encuentran miles de bocetos, cuadros a medio terminar, y otros totalmente finalizados, todos ellos llenos de vida y de color.
Al artista senegalés le encanta el lugar donde vive. «El Matarraña tiene algo especial que te atrae, yo ya no me veo viviendo en ningún otro lugar», afirma. «Me gusta la hospitalidad de los vecinos y la gran cantidad de artistas que residen aquí, con los que tengo muy buena relación». Ha dedicado varias de sus obras a pueblos de esta comarca y especialmente a la capital.
Amadou estudió pintura en Dakar de 1998 a 2001 en una Escuela de Bellas Artes y desde entonces ha estado dedicándose a trabajos muy diferentes. «En este momento es casi imposible ser profesional de la pintura, así que tengo mi trabajo y mi tiempo de ocio lo dedico a mi arte», explica Amadou. También se ha especializado en arte infantil porque le gustaría poder dar clases a niños. «Deberíamos potenciar su creatividad e imaginación, me parece fundamental porque ellos son nuestro futuro».
Actualmente es empleado de una empresa de jardinería, algo que le llena enormemente ya que su otra pasión es la naturaleza. Le gustaría formarse en paisajismo: «Es una forma de mezclar la belleza de las plantas y las flores, de los jardines, utilizando el arte». Amadou asegura que cuando está cuidando un jardín utiliza las mismas herramientas que cuando está pintando. «Siempre tengo en cuenta cada detalle, y me gusta alejarme de la obra y verla desde la distancia para comprobar que está bien y que es lo que busco, lo mismo ocurre en los jardines».
La naturaleza está patente en casi todas las obras del senegalés y es su fuente de inspiración. El árbol que en más ocasiones aparece en sus obras es el baobab («El árbol de la vida»). También se decanta por plantas como el romero y flores como lavanda. «La filosofía africana se sostiene en la adoración de la naturaleza, la vida, la divinidad… y eso es lo que transmito sin querer en mis cuadros», apunta el artista.
Sus obras han sido muy elogiadas en cada una de las exposiciones en las que ha participado. Destacan por su color y sus formas abstractas y surrealistas, y están llenas de vida y fuerza. Los referentes de Amadou son un pintor conocido como «Elsi» de Senegal y el español Pablo Picasso. «De pequeño me llamaban Picasso y no entendía por qué, cuando descubrí su obra no llegaba a comprenderla, y ahora me parece de lo mejor que existe en el mundo del arte», señala.
Proyectos actuales
Amadou ha expuesto en muchos rincones no solo de Aragón, sino de España y el resto del mundo. Por supuesto sus primeras exhibiciones fueron en su país natal, pero también ha mostrado sus obras en lugares como Francia o Suiza, con unas críticas muy positivas. Actualmente sus obras pueden verse en el bar municipal de Valjunquera, localidad donde vivió antes de instalarse en Valderrobres, y de la que guarda un grato recuerdo.
Próximamente, expondrá de nuevo en Valderrobres (ya lo ha hecho en otras ocasiones) junto al escultor y pintor Joaquín Lozano, a quien además ha propuesto para la siguiente entrevista de «EncontrArte». Juntos presentarán «Fusión 2», una continuación de una muestra que ya realizaron el pasado año 2019 en el Castillo, y que unirá la pintura del senegalés con las esculturas del artista valderrobrense. Su inauguración tendrá lugar el próximo 20 de marzo en el centro de terapias Karia, en la capital matarrañense.
«Si no pintase no podría vivir, es mi fuente de inspiración, de alegría, mi manera de expresarme, sin el arte no sería nada ni hubiese llegado hasta aquí», asegura Amadou.