La Semana de Inmersión Psicomotriz de Andorra reúne en el colegio Gloria Fuertes de Andorra desde el lunes a medio centenar de profesionales vinculados a la educación especial de todo el mundo. Impulsada por la asociación Colegio de la luz vinculada al centro, a lo largo de estos días, docentes procedentes de todo el país así como de Argentina, Brasil, Chile, Perú México y Bolivia conocen el proyecto curricular de este centro de referencia en el área psicomotriz. «La idea era poder profundizar en el área de la psicotricidad desde aquí y a la vez que se conviviera con el día día del colegio», explicó la directora del centro, Lola Oriol.
A través de conferencias, charlas y, por supuesto, talleres, los docentes también han puesto en práctica lo aprendido con los propios alumnos del centro.
La psicomotricidad
La psicomotricidad es una de las señas de identidad del colegio andorrano. «Se definiría como la importancia del cuerpo para ayudar a entender a la persona en su globalidad», dijo Oriol, que se refirió a una cita de Alfonso Lázaro -uno de los fundadores del Gloria Fuertes- «el cuerpo es el vehículo de nuestra presencia en el mundo».
A partir de ahí, en el Gloria Fuertes estudian los procesos emocionales, fenómenos afectivos en torno a la psicomotricidad. «Además de lo que es la teoría profundizando y analizando en la parte más científica, estamos incidiendo en ver aplicaciones prácticas concretas de lo que hacemos en el colegio para que las personas conozcan cómo trabajamos y puedan implantarlo en sus centros», añadió.
A falta de que hoy concluya el programa con diferentes mesas redondas, el balance es más que positivo. Se trataba de un reto de la asociación que ha cumplido su objetivo de enseñar al mundo lo que este colegio ha sido capaz de construir en sus casi cuarenta años.