La feria de la almendra cumple diez años y en Valdealgorfa lo van a celebrar con una apretada agenda de actividades durante este sábado y domingo. A la almendra se suman los productos artesanos, y es lo que encontrará el público en el recinto ubicado en el pabellón: más de una veintena de puestos con relación a este preciado fruto y al sector agrícola en general.
Valdealgorfa es desde 2012 el punto de encuentro de agricultores del pueblo y alrededores, y en buena medida por el carácter técnico que aportan especialmente las charlas que se celebraron el miércoles y jueves como previa. El resto de público también encuentra su espacio porque hay atracciones, puestos variados, y dos concursos: el rally fotográfico que ya es un clásico, que se celebrará el domingo (a las 10.00), y el de tapas que cumple su tercer año (comenzará a las 12.00 el sábado y la entrega de premios será el domingo a las 19.30). Se trata de acciones que ayudan a dinamizar todo el pueblo más allá del propio recinto. Se suma el Centro Expositivo Pardo Sastrón, que podrá visitarse a partir de las 16.30 del sábado.
¿Cómo está el pueblo a horas de empezar una feria que ya vuelve con todo tras la pandemia?
Había ganas de recuperar la esencia de lo que es Valdealgorfa con sus almendros en flor. Es el motivo por el que se montó esta feria y su rally fotográfico.
El concurso se ha hecho un hueco importante. ¿Atrae?
Son ocho años de rally dentro de los diez de feria. Tratamos de que se celebre a comienzos de marzo porque es cuando los almendros están en flor y viene gente. Depende de fechas y de la climatología sobre todo, pero moviliza.
¿Es la manera de movilizar a todos los públicos?
Queríamos que hubiera actos para todas las edades. Todo el mundo puede degustar las tapas y es una manera también de volcarnos con el comercio local y de que se mueva la gente más allá del pabellón, que es donde está la feria. Para eso hacemos también las puertas abiertas del centro expositivo Pardo Sastrón con sus cuatro espacios.
El concurso de tapas es más nuevo pero ya cumple tres ediciones.
¡Sí! Colaboran tres bares con tres tapas que compiten y que tienen que llevar almendra. Aparte de concurso, se añaden otras que elaboran los propios bares y que el público también podrá probar.
Esta feria la vive ahora como alcalde pero antes ya lo hacía como agricultor. ¿Es un lugar de encuentro importante para el sector?
Lo es. Y es que para la localidad, el sector primario es importante con el almendro y el olivo especialmente aunque va habiendo algo de cereal, como antaño. Que la almendra es importante para la localidad y los ingresos se ve a simple vista con la floración que se extiende por los campos. Que pasen episodios como los del año pasado con las heladas tan fuertes se nota, porque la gente se retrotrae un poco; y a actos así siempre les van bien cuanto mejor le va a al campo. Esperemos que este año sea así y que las heladas nos den tregua y no haya otra merma en las cosechas.
¿Pinta bien de momento?
De momento, sí. Esta semana ha hecho frío pero no ha afectado mucho ya que están en flor. Da gozo ver cómo está el término municipal con todos los almendros porque, salvo los que son de variedad más tardía, el resto ya están en flor y es un espectáculo.
¿Las charlas tienen una aceptación especial por ser técnicas?
Interesan. Este año solo hemos programado dos y las dos importantes. Una sobre cómo afecta a los agricultores la Seguridad Social a cargo de UAGA y otra sobre la PAC a cargo de UPA. Suele venir la gente y en charlas de mucho calado y de máxima importancia hemos llegado a tener hasta cien personas de público. Nos encontramos en un punto de espera e incertidumbre porque aún no sabemos qué nos van a pedir los nuevos ecoesquemas y demás con las nuevas políticas. Los agricultores siempre toman apuntes y la situación tal y como está aún lo requiere más.
¿Hay relevo generacional en el pueblo en agricultura?
Sí. Tenemos bastantes agricultores porque la juventud se está volcando con la tradición familiar, ya que muchos ya vienen de este tipo de economía. Algunos están dejando la ciudad y sus trabajos en empresas para volverse al pueblo.
¿Con la pandemia se ha notado?
Se ha notado. De hecho, uno de los expositores que tenemos este fin de semana es un chico del pueblo que ha dejado Zaragoza y se ha instalado en el pueblo con su pareja y su hijo. Es de aquí, ha abierto un taller y lo tenemos colaborando en la feria, así que, muy contentos estamos de que la gente se vuelva a los pueblos.
Si importante es la agricultura no menos lo es que haya servicios. En este caso es un taller.
Totalmente, forman parte del sector agrícola también y de toda la economía. Es bueno que se mueva todo tanto talleres como gente que se dedica a los productos artesanos y en la feria tenemos un poco de la muestra de todo. Esa es la esencia, se trata de que haya un poco de todo relacionado con la almendra y la agricultura y la parte artesanal.
¿Con qué puestos cuentan?
Una veintena. Es el número que solemos tener y tratamos de que haya variedad pero sin sobrecargar. Por eso hay un puesto o dos de cada cosa pero no más.
Conservatorio de Alcañiz. La gente quiere colaborar, eso será motivo de orgullo.
Sí, siempre se ha hecho pueblo así, yendo todos a una.