La Protectora de Animales y Plantas del Bajo Aragón (APAP) sobrevive gracias a los donativos de sus voluntarios y socios pero en estos momentos no puede hacer frente a los gastos que tienen y tendrán que verse obligados a cerrar sus puertas. Es por ello, que la entidad se encuentra en la búsqueda de buscar una ayuda económica para poder hacer frente a los costes veterinarios de los perros.
La organización sin animo de lucro trabaja para mejorar la vida de los animales hasta que encuentren una familia definitiva. Además, cuenta con voluntarios que ayudan para que los animales puedan ser atendidos y también disfruten de los paseos. La organización ya abrió una campaña de colecta de fondos en abril para tratar de hacer frente a una deuda veterinaria.