Los pescadores confían en que Madrid autorice la captura y suelta de peces invasores
El Gobierno de Aragón ya se encuentra recopilando las alegaciones al borrador del Plan de Pesca 2017 con el que se prohibirá la captura y suelta y se instaría a los pescadores a la muerte de las especies invasoras como el black bass, la carpa, el lucio perca o el siluro. El período de alegaciones finalizó el pasado viernes 18 de noviembre y el departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad se encuentra a la espera de la recepción de todas las reclamaciones con el fin de estudiarlas y comprobar su viabilidad. Al cierre de esta edición, aún se desconocían el número de reclamaciones presentadas por organismos como la Federación Aragonesa de Pesca y Casting. «Hay que tener en cuenta que las alegaciones se pueden presentar en varios órganos. Por tanto, ahora nos encontramos a la espera de la recepción de todas ellas y su análisis», comentan desde el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad. Es el último paso para aprobar de forma definitiva esta nueva normativa aragonesa con la que se aplicaría la sentencia del Tribunal Supremo en la que se obliga a los pescadores a sacrificar los ejemplares una vez sacados del agua. Se trata de una práctica totalmente contraria al espíritu de la pesca deportiva. Sociedades de pesca han anunciado en numerosas ocasiones las graves consecuencias de la aplicación de esta sentencia que terminaría con un sector que supone más de 6 millones tan sólo en la comarca del Bajo Aragón-Caspe. «No nos cansamos de insistir en qué si esta sentencia se aplica la pesca llegara a su fin. Nadie va a venir al embalse a pescar si tiene que sacrificar el pez. Mucho menos los pescadores extranjeros que son muy rigurosos con las normativas», destaca Luisa Serra, de la Sociedad Deportiva Pesca de Caspe.
Desde el ejecutivo autonómico insisten en que tienen las manos atadas ante una decisión del Tribunal Supremo. «Estamos hablando de un órgano en el que no caben los recursos. Debemos aplicarlo y la solución estaría en la modificación de la ley de Biodiversidad y Patrimonio Natural», explican. En la misma línea se expresan desde la Federación Aragonesa de Pesca y Casting (FAPYC) que valoran este Plan de Pesca de Aragón 2017. «A corto plazo es un mazazo. De momento en lo que queda de año se va a mantener la situación tal y como está. Sabemos que el Gobierno de Aragón se está esforzando para que este borrador no tenga graves consecuencias para el territorio. A pesar de ello, esperamos que cambie cuanto antes esta situación de incertidumbre», cuenta Raúl Vela, secretario de FAPYC.
En Madrid, la solución
A pesar de este varapalo, el sector mantiene las esperanzas tras la conformación de un nuevo gobierno en Madrid. Al respecto, José Luis Bruna, presidente de la Federación Española de Pesca y Casting (FEPYC) afirma que existe un compromiso público y firme de la ministra de Agricultura y Pesca, Isabel García Tejerina, que vuelve a liderar el ministerio en este nuevo gobierno conformado hace escasos días, de modificar la ley 42/2007 que supondría el fin de este grave problema. «No sería un parche, estamos ante la solución. Una vez modificada la ley, ésta estaría por encima de cualquier borrador de pesca o en manos del gobierno autonómico», comenta. En este sentido, Bruna confiesa que la ministra ya ha informado a las comunidades autónomas que van a iniciar el procedimiento para modificar cuanto antes la normativa y marca febrero como mes clave para que su presentación en el Congreso de los Diputados. «Sabemos que cambiar una ley es un proceso muy largo. Sin embargo, contamos con el apoyo del Partido Popular, Partido Socialista y Ciudadanos que ya se han manifestado a favor de esta modificación. Por tanto, creemos que será más rápido de lo habitual. Además ya hemos ofrecido nuestra colaboración para realizar estas modificaciones», relata Bruna.
Cabe destacar que la Ley de Biodiversidad y Patrimonio Natural actual contaba con unas disposiciones transitorias adicionales a la normativa con las que se permitía soltar las especies invasoras al agua tras pescarlas. Dichas excepcionalidades se anularon en marzo de este año con la sentencia del Tribunal Supremo. Para evitar la misma situación, el objetivo ahora es que en la propia ley se catalogue como «especies exóticas naturalizadas» a la carpa, el black bass, el lucio perca y la trucha arcoiris. Este término consideraría que son especies introducidas en su momento pero que en la actualidad se han adaptado al medio, han formado una población y tienen un impacto controlado por lo que no es viable su erradicación. Permitiendo su captura y suelta. «Equiparar la carpa o la trucha arco iris al mejillón cebra es surrealista. Estamos hablando que fue introducida en la época de los romanos. Por tanto creemos que este término sería el adecuado para evitar una catástrofe en el mundo de la pesca», confiesa Bruna.
Capítulo aparte tendría el siluro. Se trata de un ejemplar introducido en los embalses de Mequinenza y Ribarroja en la década de los años 70. Es uno de los peces más prolíferos en ambos pantanos y es conocido como «el basurero». Su capacidad de adaptación al medio es tal que se pueden encontrar ejemplares de casi 3 metros y más de 100 kilos de peso y suponen un reclamo turístico. Centenares de pescadores, en su mayoría extranjeros, viajaban hasta el territorio para sacar de sus aguas un ejemplar e inmortalizar el momento. «El siluro merece un tratamiento específico. No consideramos que se tuviera que erradicar pero si controlar su expansión».