La asociación está preocupada porque la mampostería está llena de moho solo tres años después de que se arreglara
La asociación de vecinos de la margen izquierda del río Guadalope de Alcañiz, AVEMI, denuncia que la piedra de la Fuente de los 72 Caños «se está descomponiendo». La mampostería se encuentra muy afectada y llena de moho tan solo tres años después de que se arreglara tal y como ya publicó La COMARCA hace un mes. Además, han desaparecido varias cabezas de los leones de los surtidores de agua, un problema que comenzó hace meses y al que aún no se ha puesto solución. Los caños también están llenos de pequeñas piedras que colocan los vándalos y que provocan que el agua cambie su curso y salga fuera de la fuente.
Una situación que ha llevado a los responsables de AVEMI a registrar varias preguntas para que les fueran contestadas en el pleno municipal que se estaba celebrando ayer al cierre de esta edición. La asociación lleva desde octubre de 2016 pidiendo una reunión con la Junta de Portavoces para tratar otras cuestiones que le preocupan («el polvo en suspensión) y aún no ha obtenido respuesta a las tres solicitudes que ha presentado.
Respecto a la fuente, desde AVEMI están preocupados por si desde el Ayuntamiento se está haciendo seguimiento de su problema actual, si lo han valorado los técnicos y si se va a actuar. En cuanto a la Glorieta Telmo Lacasa, también quieren saber porqué se recubrieron de hormigón unas escaleras cuya salida estaba cortada.
Este medio preguntó hace un mes al equipo de gobierno por este asunto y aún no ha obtenido respuesta. El edil de Medio Ambiente, Nacho Carbó, derivó la responsabilidad a la concejalía de Obras, que ostenta el alcalde, Juan Carlos Gracia Suso, quien dijo que al desconocer el problema preguntaría a la arquitecto municipal.
El estado actual de la fuente contrasta con el de hace casi tres años, cuando el sonido del agua volvió a la fuente después de tres años sin funcionar y cerrada al público por trabajos de rehabilitación.
Ha sufrido numerosas vicisitudes en los últimos tiempos y llegó a conseguir que ocho asociaciones de la ciudad se reunieran en una campaña que recogió más de 1.100 firmas para su puesta en valor. Hace casi tres años volvió a estar operativa después de una costosa reparación debido a que una anterior restauración no se ejecutó correctamente. Las últimas obras, cuyo coste fue de 57.000 euros, se llevaron a cabo para arreglar las deficiencias de trabajos anteriores. Los morteros resultaran dañados por el temporal de nieve y frío de febrero al no estar todavía fraguados.
Un informe de técnicos municipales y externos de 2013 aseguró que el monumento sufría problemas técnicos. Certificaron que hubo «irregularidades» y «deficiencias» cuando se remodeló el parque de la Glorieta, con un coste de 579.000 euros, derivados del uso de materiales de baja calidad que dañaron la piedra.