El Bajo Aragón-Caspe, así como el Bajo Cinca, especialmente Mequinenza, continúan consternados después de conocer el accidente mortal que se cobró la vida de una persona y dejó tres heridos graves en la N-211 en el kilómetro 295 este jueves cuando colisionaron un camión de cerdos y un turismo. No es la primera vez que ocurre, de hecho se considera un «punto negro» de las carreteras de Aragón. En los últimos seis años, este tramo ha sido el escenario de al menos otros 11 accidentes más, cuatro de ellos con consecuencias mortales y la petición de que se arregle esta carretera nacional es una reivindicación histórica en el territorio.
«Llevamos muchos años insistiendo, pero lo haremos incluso con más fuerza. Porque es un tramo con continuos sucesos de accidentes de tráfico, en ocasiones con fallecidos como vimos en esta última ocasión, y porque es un eje vertebrador de nuestra comarca que tiene que estar en condiciones«, explicó Javier Nicolás, presidente de la comarca del Bajo Aragón-Caspe. Asimismo, recordó que recientemente se reunió con el alcalde de Alcañiz, Miguel Ángel Estevan, y con la alcaldesa de Caspe, Ana Jarque, acerca de este asunto, «para tratar de presionar entre todos y reclamar esta infraestructura imprescindible».
Por su parte, Ana Jarque, alcaldesa de Caspe, anunció que van a presentar al Gobierno de España una moción de solicitud de modificación de la N-211. Además, la alcaldesa caspolina se unió a la preocupación que manifestaron el resto de representantes políticos mostrando su preocupación por una situación «que se ha cobrado ya una decena de vidas desde la última actuación que se realizó allí».
A este respecto, Antonio Sanjuan Soler, alcalde de Mequinenza, recordó que, precisamente, el kilómetro 295 de esta carretera nacional es el punto en el que la vía reduce su anchura en dirección a Caspe. «Por ello, consideramos que el Ministerio debería acabar esta actuación, ya que no tiene suficiente anchura y el radio de las curvas seguramente no es el adecuado, lo cual provoca que haya vuelcos de camiones y otros vehículos pesados», subrayó el alcalde mequinenzano. Sanjuan mostró su «hartazgo» por una situación que provoca casi un fallecido al año e insistió en que «en la zona hay una intensa actividad económica, agrícola, ganadera e industrial, que genera el paso regular de camiones», pero recordó estos deben «poder circular con una total garantía de seguridad, también para el resto de vehículos».
«Desde el año 2000 no se ha acabado ninguna carretera nacional ni autovía en Aragón«, reivindicó el diputado en el Congreso por Sumar en la provincia de Zaragoza, Jorge Pueyo. Y aseguró que va a defender en Madrid la necesidad de los pueblos de tener unas carreteras dignas, «ya que suponen el futuro de estos territorios». Insistió en que seguirá luchando por esta reivindicación «que durante tantos años ha estado exigiendo Rafa Lumbreras, portavoz de CHA en Caspe, y que para nosotros también es una prioridad».
De hecho, en marzo de 2023 el Gobierno Central anunció tener redactado «un proyecto de mejora» después de que CHA preguntase en el Senado (a través de Compromís) por esta cuestión que llevaban años persiguiendo. No obstante, todavía se desconocen los plazos de obra, así como la cuantía presupuestaria destinada a la actuación y distintos detalles de la misma.

Aunque sea una carretera nacional no la arreglarán, porque les importamos una mierda. Les da igual la gente que muera
El diputado de Sumar o Chunta se equivoca. La N-232 entre Castellón y Monroyo/Ráfales fue inaugurada en 2018. Pero sí, ese Estado que da privilegios a Cataluña, Madrid y País Vasco tiene abandonado a Aragón y es una pena porque esas carreteras las usan también otros españoles.