El territorio ha celebrado la festividad de San Cristóbal. Una fiesta que se ha visto condicionada por la crisis sanitaria por lo que en las localidades donde es habitual que haya varias actividades a lo largo del fin de semana, este año tan solo se han realizado misas en honor al santo y la tradicional bendición de vehículos. Las cenas, almuerzos y comidas de hermandad se han aparcadas para el próximo año. Todo ello bajo unas estrictas medidas de seguridad e higiene.
En Alcañiz, la Cofradía de San Cristóbal, ha llevado a cabo la caravana de vehículos que ha recorrido algunas calles y avenidas haciendo sonar sus claxon pero con una participación menor que en años anteriores. Tras subir a Pueyos, en el santuario ha tenido lugar la eucaristía y la bendición de los vehículos entre los que ha habido varios camiones, furgonetas, turismos y motocicletas.
En Caspe, la Cofradía de San Cristóbal, no ha querido dejar pasar la oportunidad de honrar al santo y se ha organizado una misa y la bendición de vehículos que se ha llevado a cabo en la plaza Aragón. Una vez más, a pesar de encontrarse la capital de la Comarca del Bajo Aragón-Caspe en fase 2, han sido muchos los conductores que con sus vehículos han pasado por delante del sacerdote a recibir el consabido guisopazo.
Asimismo, en el Matarraña han sido varios los municipios que han celebrado San Cristóbal con todos los condicionantes que requiere la situación actual provocada por el coronavirus. En Valderrobres se ha suspendido la bendición de vehículos. Sin embargo se ha llevado a cabo una eucaristía en honor al patrón de los transportistas cuya imagen presidió la ceremonia.
En Calaceite se lha llevado a cabo una misa en el templo parroquial, con un aforo muy reducido y se ha suspendido la tradicional celebración en la ermita en honor al Santo. No ha faltado en cambio la bendición de vehículos.
Arens de Lledó y Valdeltormo han sido otros de los municipios matarrañenses que, en este caso, durante la jornada del sábado llevaron a cabo la bendición de vehículos.