El gran proyecto es la ampliación del espacio, que podría ser una realidad en 2021
El Balneario de Ariño reabre hoy sus puertas con motivo del comienzo de la nueva temporada, que se plantea «emocionante» dado que poco a poco se va consolidando como destino y existe una gran demanda. El espacio actualmente cuenta con 52 habitaciones en el área de hotel y con la zona de piscinas y circuito termal. El gran proyecto de cara al futuro es la ampliación del centro: pasará de 52 habitaciones a 80, se incrementará el área termal y se mejorarán servicios como el aparcamiento. Este aumento supondrá la creación de 26 puestos de trabajo según un plan de viabilidad de la empresa gestora, que se sumarán a los 50 ya existentes. En los próximos meses se redactará el proyecto y, si todo va según lo previsto, las obras podrían comenzar a finales de este año. Se estima que los trabajos tendrán una duración aproximada de un año y medio, por lo que el espacio remodelado podría ser una realidad en 2021.
«La ampliación es un reconocimiento al proyecto en sí y a todas las posibilidades que puede generar en la comarca. Necesitamos hacerla para crear un espacio singular del siglo XXI, con un termalismo orientado a la recuperación terapéutica y a dar un servicio que hoy por hoy no existe en la zona», explicó el gerente, Pedro Villanueva. La mejora en el Balneario de Ariño supondrá un reto para la organización dado que el espacio permanecerá abierto al cliente cuando se realicen los trabajos. Pese a este handicap, el gerente es consciente de que la remodelación es necesaria. «Es la única forma de hacer viable el proyecto. O se hace la ampliación o el producto empezaría a estar maduro y entraría ya en un ciclo de pérdida», destacó.
Al proyecto de ampliación se suma la creación de la nueva piscina exterior, cuya obra se está terminando y se unirá a la oferta del centro. Uno de los objetivos del Balneario de Ariño es mantener la buena demanda actual y consolidarse como uno de los proyectos más destacados del Bajo Aragón Histórico. «Estamos trabajando para conseguir un producto que verdaderamente influya en la estabilidad económica; cada vez generamos más temporada y más empleo», dijo Pedro Villanueva.
No solo personas mayores
El abanico de clientes es cada vez más amplio. La mayoría de usuarios del Balneario de Ariño son termalistas sociales que se acogen a programas del Imserso, del Gobierno de Aragón, de la Diputación Provincial de Teruel o incluso a un plan privado del propio balneario. Esto hace que las personas mayores demanden períodos de larga duración. «Tenemos una estancia media de diez días de ocupación; este es nuestro gran público», explicó Villanueva. Sin embargo, el boca a boca está haciendo que cada vez haya más clientes privados (sobre todo, familias con niños) que decidan pasar un fin de semana en Ariño.
Además de las pernoctaciones cobran especial importancia los «clientes pasantes», aquellos que no duermen en el balneario pero sí utilizan la zona termal o el restaurante. «Son personas del entorno, pero se está ampliando cada vez más y mucha gente de Zaragoza viene a pasar un día disfrutando de nuestras aguas, de nuestros masajes y de nuestra comida», concluyó el gerente.
Telfono para llamary reservar