El bar-cafetería del espacio cultural El Liceo de Alcañiz ha vuelto a abrir sus puertas hace escasamente una semana después de seis años cerrado de la mano del experimentado cocinero alcañizano Luis Estopiñán, quien también llega con nuevas ideas para dinamizar la gastronomía alcañizana. Cada mes organizará un evento gastronómico-cultural por su cuenta y cada tres meses otro de mayor impacto bajo el paraguas de la Asociación de Cocineros de Aragón (ACA).
El primero de estos eventos tendrá lugar esta misma semana. El jueves a las 19.00 horas entre la Sala Multiusos y la terraza del bar-cafetería de El Liceo se llevará a cabo ‘Flor de cardo azul’, en homenaje al libro homónimo del periodista y crítico gastronómico alcañizano Darío Vidal Llisterri (1934-2020). Constará de una charla ofrecida por el cocinero y comunicador Juan Barbacil, la elaboración de tapas diseñadas por cocineros de la ACA en el Bajo Aragón y una cata de las tapas elaboradas. El aforo es limitado y se accederá con invitación (978 830 964).
El servicio a los usuarios de El Liceo y a todas las personas que deseen probar propuestas gastronómicas novedosas con productos de calidad vuelve a prestarse tras una licitación pública por parte del Ayuntamiento en la que la propuesta de Estopiñán fue la única que optó a la licitación, que incluye un alquiler por 100 euros mensuales durante dos años con opción a prórroga por dos más.
El alcalde, Ignacio Urquizu, ha enmarcado la reapertura del bar-cafetería en su objetivo de rehabilitación del barrio de Santiago en esta legislatura. La primera actuación es la reforma de la calle del Liceo, la Panfranco, con nueva pavimentación, nuevas redes, un parquin y un jardín vertical. En años siguientes llegarán las calles Trinidad y Luna, junto con todos los callejones.
Un vecino del casco antiguo. dice
Espero que aprovechen la reforma de la calle Panfranco para resolver el problema de los coches y furgonetas aparcados al comienzo de dicha calle que impiden el paso.
El ayuntamiento tiene totalmente olvidada esa zona, excepto el jardincito que hay detrás de la biblioteca.