En un mundo en el que la mayoría cree que el destino no está escrito, hay historias que sí parecen estar condenadas a ocurrir. Al menos eso es lo que la alcañizana Raquel Fanjul y la valenciana Núria Bellver pudieron pensar días después de conocerse en la Facultad de Bellas Artes de Valencia allá por el año 2006. Fue allí donde después de convertirse en amigas se unieron también en lo profesional para crear el proyecto de diseño e ilustración ‘Cachetejack’. «Desde que nos conocimos no nos hemos separado. Aportar un mensaje al mundo siempre ha sido algo que nos ha unido. Un día nos preguntamos: ¿por qué no transformar ese afán por comunicar en imágenes?. Y así nació Cachetejack, un nombre que surgió tiempo antes entre risas en Alcañiz y que creemos nos define a la perfección», recuerdan. Diecisiete años más tarde, cuando sus vibrantes y coloridas creaciones ya han ilustrado marcas internacionales como Burger King, ahora ambas han regresado a aquel lugar donde todo empezó para presentar el mural urbano ‘Todos somos todo‘.
La ilustración en cuestión, ubicada en el Cantón Lázaro a pie de la avenida de Aragón y muy cerca del Solar de Sindicatos, llama la atención a primera vista. Allí, en mitad de varios edificios en tonos grises y amarronados los trazos característicos de Raquel y Núria dibujan una gran silueta de una mujer sonriente acompañada de diversas flores y plantas, todo en intensos colores. «Queríamos hacer una llamada de atención para que aprendamos a vivir en comunidad, de las diferentes culturas e incluso de la propia naturaleza», expresaron. Ambas inauguraron este miércoles un mural que permanecerá para siempre en la ciudad natal de una de las artistas y que pretende inspirar un sentimiento que va más allá de la admiración por lo bonito y bien decorado. «Creemos que puede invitar a reflexionar o dar una idea«, aseguraron. Aunque la utilidad de más calado posiblemente se resuma en una sola frase: «para generaciones futuras, el mural puede aportar una profesión».
Y es que las obras de otros artistas, lugares visitados y todo aquello que se aprende a través de la experiencia fue también lo que inspiró a las integrantes de Cachetejack para comenzar a crear. Aunque ambas iniciaron sus primeros andares en Valencia, pronto se lanzaron a viajar para conocer otros lugares en los que nutrir aún más su vena artística. Juntas han estado en Londres, Austria o Suiza, realizando talleres, participando en residencias artísticas, conociendo el sector, o simplemente aprendiendo de otras culturas y aquello que la vida les pusiera delante. «Al principio tuvimos que hacer trabajos en los que ni siquiera nos querían pagar, pero eso no nos limitó. Pedíamos intercambios y al final podíamos contar con más productos para presentar en nuestro portfolio», explican.
Ahora ambas residen y trabajan en Berlín, y al hablar de aquellos años no niegan que en parte fueran difíciles, especialmente hasta que lograron hacerse hueco para llegar hasta donde están. Pero también se alegran de haber tenido el valor de intentarlo, con un entusiasmo que les animó a tocar todas las puertas posibles. Desde entonces el nombre que empezó como una broma entre amigas ha resonado en diversos periódicos nacionales e internacionales y ambas han realizado ilustraciones para grandes compañías como Burger King, Fnac, Apple, Nike o diversos libros, además de haber ganado otros cuantos premios.
Todavía tienen muchos retos pendientes. Los siguientes trabajos en los que les gustaría centrarse son la creación de parques infantiles e instalaciones en la ciudad, aunque no descartan ninguna opción, ya que lo que quieren por encima de todo es seguir creando arte. «La fuerza de ser jóvenes cuando empezamos y tener siempre claro lo que ansiábamos es lo que nos ha traído hasta aquí, este era nuestro objetivo y así seguiremos», defienden.
El mural se unirá a otros
La inauguración del segundo espacio público que ahora presenta un mural urbano contó también con la participación de María Milián, concejal de Participación Ciudadana, y Jorge Abril, concejal de Cultural. Allí, ambos señalaron que se están analizando más rincones para posteriores intervenciones, espacios «que recuperaremos no sólo con murales, sino con otro tipo de enfoques en zonas deportivas o lugares de carácter lúdico», señaló Milián. «No queremos hacer eventos de arte urbano, sino intervenciones integrales en espacios degradados que necesitan no sólo mejorar su aspecto, sino ser más útiles y accesibles», añadió Abril.
La cultura, eso sí, seguirá siendo un ingrediente fundamental. «Queremos sacar el arte a la calle, dignificando nuestro patrimonio y nuestros espacios, y seguiremos trabajando con profesionales locales para los siguientes proyectos promoviendo mensajes de compromiso social y de fomento de valores», matizaron.
Entre los elementos que se instalarán también tanto en Solar de Sindicatos, donde se encuentra el primer mural, como en Cantón Lázaro, se colocarán paneles de metacrilato con un código QR descriptivo que hablará de la labor y de la obra de los profesionales que han participado en ambas intervenciones: Arancha Recio, Harsa, en la primera intervención, y el grupo CacheteJack en esta segunda recién inaugurada.