Los cláxones de los camiones y vehículos de Calanda sonaron con fuerza este sábado con motivo de la festividad de San Cristóbal. Vecinos y familias del municipio se reunieron para conmemorar al patrón de los conductores en una cita que este año llegaba como «una muestra de agradecimiento a un sector tan importante como es el de los transportistas, que pese a haber sido golpeado durante estos dos años de pandemia han continuado realizando un esfuerzo y trabajo diario para hacernos llegar los productos de primera necesidad», tal y como recalcó Alberto Herrero, alcalde de la Calanda.
La jornada comenzó a las 9.30 con un almuerzo de hermandad en el restaurante Brasería Avenida. A las 12.30 de lo que fue un caluroso mediodía, la comitiva se trasladó a la zona trasera del pabellón multiusos de la localidad, donde tuvo lugar una misa en la que el párroco solicitó protección de todos los conductores y sus respectivas familias a San Cristóbal.
La cita fue acogida con una gran respuesta por parte de todos los asistentes, quienes después de la pandemia por fin pudieron recuperar actos que hacen que para ellos esta sea una fecha marcada en el calendario. «Este día es muy especial para todos los conductores, y más transcurridos estos años en los que no se ha podido celebrar nada. Este reencuentro lo convierte en un día de completa alegría», explicó el presidente de la Asociación de Conductores San Cristóbal del pueblo, Diego Moreno.
Al terminar la ceremonia eclesiástica, el párroco inició la tradicional bendición junto al monolito en honor al patrón de los conductores. Los camiones y vehículos se organizaron en una gran hilera para que, uno por uno, pudieran recibir esta bendición que fue completada con una estampa de San Cristóbal para otorgarles protección en sus desplazamientos por las carreteras.

Desde ahí, y con el fuerte sonido de sus bocinas de fondo, se inició la esperada procesión por las calles del pueblo de los vehículos para recordar la importancia del trabajo de los transportistas y camioneros. A su finalización, los participantes de la asociación también se desplazaron hasta el cementerio municipal, donde realizaron una parada para entregar un ramo de flores en memoria de un compañero que este año falleció en la carretera.
La jornada finalizó con una comida de hermandad que tuvo lugar a las 14.30 y puso el broche final a un día especial para muchos de los calandinos ligados al mundo de la carretera. Para el alcalde, la implicación de la asociación y el resto de vecinos es lo que hizo de esta una cita tan especial. Herrero recalcó que agrupaciones como la de San Cristóbal siempre contarán con el apoyo del Ayuntamiento, y para demostrarlo aprovechó la ocasión para anunciar que el municipio contará con un parking de camiones que se situará en un terreno cercano al pabellón con el que se pretende que los «camioneros dispongan de un espacio vigilado donde dejar sus vehículos, algo que el sector merece y por lo que desde el consistorio se está trabajando».