Más de 7.000 kilómetros y 15 países va a recorrer Santiago Sánchez Cogedor en su viaje hasta Catar para concienciar a la ciudadanía de que se puede vivir más despacio. Lo hace caminando y durante un año con el objetivo de llegar en diciembre coincidiendo con la celebración del Mundial de Fútbol. Cuenta únicamente con un carro que arrastra con un arnés en el que guarda un hornillo hinchable, un saco de dormir, una tienda de campaña y unas cuantas mudas. ¿Por dónde pasará o dónde dormirá esa noche? Cada día es un mundo y depende en parte de quién se encuentre por el camino. Realiza unos 15 kilómetros de media al día aunque algunos días ha llegado a los 29, jornadas fuertes que contrarresta con otras que se toma de descanso en los pueblos a los que llega.
Por la mañana cuando comienza la ruta abre una bolsa y recoge los residuos que se encuentra por el camino a cambio. En el siguiente pueblo cambia la basura por un plato de comida, una ducha o un lugar donde dormir. Comenzó a principios de mes en Alcalá de Henares (Madrid) y el domingo llegó a Andorra desde Alloza, donde ha recibido una gran acogida. Ha conseguido cama, ha llevado a arreglar su carro y ha mostrado la localidad a sus más de 20.800 seguidores en la red social Instagram. También colabora con Google Maps, que le ha instalado una cámara para que grabe imágenes de lugares de los que la empresa aún no tiene imágenes.
Este lunes ha pasado todo el día en la Villa Minera y este martes parte hacia el Bajo Aragón buscando la costa. «Iba dirección Zaragoza para colaborar y dormir en un albergue de transeúntes pero están confinados y al pasar por Alcolea del Pinar decidí se seguía por esa ruta o apostada por la llamada España abandonada. Me vine para aquí y está siendo una bendición», explica Santiago Sánchez desde Andorra.
Su alcalde, Antonio Amador, recibió el aviso de la teniente alcalde de Calamocha y se unió al reto facilitando la estancia de Santiago durante dos noches en la Villa Minera. El covid impidió que entrara en los centros educativos a impartir una charla como suele hacer así que Amador le lanzó una invitación para que a su vuelta explique su aventura y la esperada victoria de España. «Andorra es un pueblo acogedor y solidario», destacó el primer edil.
La de Catar no es la primera aventura de Santiago. Un voluntariado en las favelas de Brasil le «cambió la mente» y a su vuelta en 2019 quiso «hacer algo grande». Hizo un viaje en bicicleta hasta Arabia Saudí por la Supercopa de España. Ahora apoyará a la selección española recogiendo residuos y plantando árboles mientras camina. De la vulneración de los derechos humanos de Catar no quiso hablar. «Ahí no entro, si el Mundial se hubiera celebrado en otro país también habría ido. Mi viaje no es político ni religioso, lo que me marca es el corazón para que salga a recorrer el mundo y camine. Nos han acelerado la vida y debemos darle al botón de pausa y respirar porque por suerte tengo salud y piernas para caminar», apuntó Santiago.