La carne de cerdo de Teruel da un paso más en lo que a reconocimiento y posicionamiento en el exterior se refiere. La Comisión Europea la ha incluido, tras la insistente labor del sector durante más de 8 años, entre aquellas que cuentan con el sello de calidad europea. Así, la nomenclatura Cerdo de Teruel pasa a formar parte del registro continental de Indicaciones Geográficas Protegidas (I.G.P.) siendo la única carne de cerdo de España que tiene una IGP de estas dimensiones. Se premia así un producto singular por múltiples características como la genética, la cuidada alimentación de los cerdos o el sabor único de todo el carnal.
Desde el Consejo Regulador de la D.O. Jamón y Paleta de Teruel aseguran que esto no es más que «el pistoletazo de salida» de un proyecto que busca poner la IGP Cerdo de Teruel en el mercado «como se merece». Y es que este sello a nivel europeo va a proporcionar una completa seguridad jurídica a la carne de cerdo turolense, ya que la nomenclatura Cerdo de Teruel se aplica únicamente a la carne de animales de esta especie que se críen, sacrifiquen y despiecen en tierras turolenses.
«Esto lo necesitábamos porque al final una D.O. como esta te obliga a tener que hacer el producto, obviamente, desde el lugar de origen. No puedes hacerlo desde Segovia o Vigo, lo cual también beneficia a todos nuestros empresarios«, aseguró Ricardo Mosteo, presidente del Consejo Regulador de la D.O.
Del mismo modo, garantiza la confianza necesaria para el cliente, en este caso, ya desde cualquier punto de Europa. En definitiva, supone una certeza para el potencial consumidor. «Cuando ves el sello de la D.O. o de la IGP es sinónimo es calidad y ya se sabe que el producto es bueno. Le van a dar una oportunidad», completó Mosteo.
Un producto muy singular
En España hay un total de 20 carnes que, a día de hoy, pueden presumir de contar con una IGP. Destacan, entre otras, la ternera gallega o el ternasco de Aragón siendo en total once de ellas de vacuno, seis de cordero y tres de pollo. Sin embargo, en caso de la del cerdo, que además es la más consumida en nuestro país, la turolense es la única que cuenta con este reconocimiento. La provincia continúa así siendo pionera una vez más, después de ya ser la primera en conseguir la D.O. Jamón de Teruel. «Ya fuimos los primeros y volvemos a serlo. Tenemos todo un productazo. No tiene nada que ver un lomo nuestro con el de un cerdo convencional», resaltó Mosteo.
Una de las claves de este nuevo marchamo de calidad diferenciada es la propia genética, al criar cerdos que proceden exclusivamente del cruce entre las razas Landrace, Large White o cruce de ambas como línea materna con la raza Duroc como línea paterna. La genética, junto con una alimentación de proximidad muy cuidada, consiguen una carne con la infiltración grasa característica del ‘Cerdo de Teruel’, que le ha otorgado la correspondiente reputación en el mercado.
El sector agroalimentario supone en la provincia de Teruel un 16% del PIB y uno de los principales generadores de empleo. Entre granjas, mataderos y salas de despiece, cerca de 500 personas trabajan de manera directa para la obtención del Cerdo de Teruel. Esto lo convierte en un sector estratégico, donde todo el valor añadido se genera en la provincia, con la consecuente vertebración del territorio y apoyo a paliar la despoblación. Alrededor de 80 pueblos tienen actividad directa con la producción de este animal.
Ocho años de trabajo
En definitiva, se oficializa así una recurrente aspiración en la que el sector viene trabajando unido desde el año 2015, cuando los productores de la DOP Jamón/Paleta de Teruel retomaron el estudio de una figura de calidad que aportase un valor añadido a esta carne fresca. En 2017, se decidió encauzar los trabajos para la obtención de una IGP y comenzaron los estudios de tipificación del producto y del resto de los requisitos necesario.
Para llegar hasta este momento, en los últimos tiempos se han enfrentado a la redacción de «innumerables» pliegos de condiciones en el que ha sido un proceso muy «duro y largo», así como a un arduo trabajo de recopilación de información para sustentar lo que había que trasladar a las diferentes instituciones: primero la DGA, luego el Ministerio y finalmente la Comisión Europea.
Ya en marzo de 2019, se constituyó la Asociación Profesional de Productores de Cerdo de Teruel, agrupación impulsora de la IGP, que presentó la solicitud definitiva de la IGP Cerdo de Teruel en octubre de 2019. En septiembre de 2020, el BOA publicaba la orden de decisión favorable del DGA para la inscripción en el registro comunitario de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Cerdo de Teruel. Finalmente, de manera provisional, pudo comercializarse a partir de 2022.
El expediente completo era enviado a la Comisión Europea para su estudio y tramitación a través del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En mayo de 2021 se envió la documentación requerida y ha sido en este mes de agosto cuando ha sido publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea.