Cuando se quedaron sin trabajo ella y su marido en Valencia, Carolina se enteró por una amiga que se había ido a un municipio de Cuenca que existía una web para repoblar pueblos. No se lo pensó dos veces y en la web entró en contacto con un vecino de Foz Calanda que le habló de su municipio. Vino a verlo y sin trabajo «se lanzó a la aventura». Una aventura que comenzó en agosto de 2020 y que por el momento le ha salido muy bien. No llegó sola. Lo hizo con su marido y sus tres hijos de 17, 13 y dos años; y también con su hermano y su cuñada, Liliane de Sousa, que tienen una hija de 19. Alquilaron una casa y comenzaron a trabajar ese verano en la campaña del melocotón. Después su marido se metió en una granja y nunca les ha faltado trabajo.
«Recomiendo venirse a un pueblo siempre que se quiera trabajar y salir adelante. Aquí te ayudan pero no te ponen nada en bandeja de plata, hay que trabajárselo e integrarse», precisa Carolina. Entre las ventajas, la calidad de vida, el alquiler económico de las viviendas municipales y la baja cuota de la guardería que le permite conciliar.
En enero de 2021 ella y su cuñada Liliane asumieron la gerencia del bar municipal. Procedente de Colombia, Carolina estuvo más de una década trabajando en Valencia como administrativa de un empresario de la hostelería con el que trabajaba toda su familia. Ahora son ella y su cuñada las que están detrás de la barra durante todo el día. En verano «le faltan manos» y el invierno es «más duro», especialmente ahora con la subida de la luz. Por trabajo no será. Su bar está abierto de 8.30 a 22.00 entre semana y de 9.00 a 2.00 los fines de semana. Además, de vez en cuando ofrecen comida típica colombiana.