El Día del Voto se vivió este domingo en Alcañiz en una jornada marcada por el buen tiempo y la convivencia entre sus protagonistas, los quintos nacidos en el 57. Junto a ellos, cientos de vecinos, familiares y amigos abarrotaron el Santuario de Pueyos para celebrar el tradicional relevo de quintos en el que se ha hecho oficial la salida de los nacidos en el 56, quienes durante este año realizaron «un estupendo trabajo» en sus tareas de mantenimiento del espacio. Ahora esta función será tarea de una quinta entrante que afronta ahora con ganas los siguientes meses junto a Enrique Anento como prior.
Esta es una tradición que se remonta a 1738, cuando los alcañizanos y alcañizanas agradecieron a la Virgen de Pueyos que les liberara de la sequía. Este año su conmemoración coincidía con el Día de San Jorge, motivo por el que este año los actos se adelantaron media hora para que no tropezaran con los del Vencimiento del Dragón. De esta forma, a las 8.30 se producía la salida de la corporación municipal desde el Ayuntamiento y a las 09.30 comenzaba el oficio religioso con una misa cantada que contó con una masiva asistencia.
Los quintos en activo se reúnen habitualmente a lo largo de todo el año para mantener en condiciones el Santuario de Pueyos. Por lo general, algunas de las labores llevadas acabo, además de las tareas de limpieza habituales, son el embaldosado de la entrada al Santuario, la habilitación de calzadas o el pintado de barandillas, cruces y el recinto de hierro exterior, aunque cada quinta siempre suele presentar diversas ideas para mejorar todavía más este entorno. «Aunque uno suele conocer a las personas nacidas en su mismo año, gracias a ser quintos podemos estrechar lazos más profundos. Gracias a ello podemos pasar un año diferente», afirmó el prior Anento.
Después del oficio religioso se procedía a realizar el intercambio de una Virgen de Pueyos y un cuadro entre las quintas. En torno a un centenar de personas que conforman la quinta entrante han recogido las medallas este domingo. «Este es uno de los actos más tradicionales para cualquier alcañizano, todos hemos crecido en este Santuario. Hoy despedimos a los nacidos en el 56 y estoy seguro de que ahora los siguientes también cumplirán con su papel», apuntó durante la cita Ignacio Urquizu, alcalde de Alcañiz, quien también puntualizó el logro que suponía la compra de tres fincas equivalentes a 16 hectáreas del entorno del Santuario.
La compra permitió que todo el terreno anexo a la ermita, las explanadas, las zonas habilitadas por los diversos quintos de la ciudad a lo largo de los años, así como las tierras de labor cercanas, pasaran a ser de titularidad municipal. Las celebraciones, eventos, actividades religiosas y de convivencia que tienen lugar en la zona pueden llevarse a cabo ahora sin necesidad de solicitar permiso, como debía de hacerse antes a los propietarios.
El colofón del acto fue un pequeño picoteo con pastas y moscatel y una comida de convivencia como guinda de la jornada. Aunque antes de esto último se producía el verdadero broche de oro: la gran foto de los quintos entrantes, recuerdo de un día para ellos difícil de olvidar.
viva Cristo Rey !!!