Regantes del sindicato central de riegos de la cuenca del Guadalope participaron el jueves por la tarde en una charla informativa en la que la empresa Cingran les dio a conocer el proyecto de aprovechamiento integral de infraestructuras en la cuenca para la optimización del regadío. La charla tuvo lugar en el salón social de la Caja Rural de Teruel en Alcañiz y se realizó ante el nuevo escenario que se presenta en la cuenca del río Guadalope debido al cierre de la Térmica.
Un cierre que compromete el regadío de más de 10.000 hectáreas por el coste de la elevación de aguas desde Mequinenza a la zona de Caspe que se cifra en un millón de euros y que es inasumible por los afectados. Por este motivo se quiere unificar esfuerzos e inversiones aprovechando el bombeo. Para ello se tiene previsto construir una balsa de regulación para bombear agua por la noche, cuando el coste es más económico y usar para ello energía fotovoltaica.
Aunque la charla estuvo dirigida a todos los usuarios de la cuenca en especial se programó programado para los agricultores que forman parte de las comunidades de regantes de Civán y Canal de Caspe sobre los que la iniciativa tiene mayores repercusiones.