Chiprana volvió a celebrar este jueves 3 de febrero el día grande de sus fiestas de invierno con motivo de la jornada de su patrón, San Blas. Para ello, los chipranescos (junto a unos cuantos vecinos de los alrededores) acompañaron al santo patrón en procesión por las calles del municipio a partir de las 11.30. Al terminar, se ofició la misa baturra que completó la mañana y por la tarde la rondalla culminó la jornada. Este viernes habrá discomóvil y el sábado, orquesta.
«Realmente ha sido un día muy agradable. Lo importante es que, aún con las dificultades que nos pone el covid, hemos podido celebrar este día tan especial para todos los chipranescos», destacó Javier Nicolás, alcalde de la localidad.
Desde aproximadamente las 11.00 de la mañana de este jueves, los chipranescos y chipranescas se reunieron en las calles de su localidad para honrar a su patrón. Una vez más, y como manda la tradición, lo han hecho con sus cintas de San Blas atadas en el cuello. «Nos ponemos en el cuello estas cintas porque San Blas es el patrón de la garganta. Así nos aseguramos que el santo nos salvaguarde la garganta hasta el próximo año», subrayó un vecino. Con todo listo, poco a poco, todos ellos se fueron concentrando en la entrada de la Iglesia, donde poco después ha tenido lugar la procesión y la misa.
Ya por la tarde, con los pasodobles, las jotas, y los bailes de grupo de la rondalla se culminó uno de los días más esperados por Chiprana. Eso sí, no es todo, ya que tras el levantamiento de las medidas contra el coronavirus por parte del Gobierno de Aragón, esta festividad se completará con la celebración de una discomóvil este viernes y con una orquesta (de tarde y de noche), el sábado.