Cinco generaciones de la familia Pina Ibáñez de Albalate del Arzobispo, todos ellos descendientes del matrimonio formado por Ramona y Manuel, se reunieron el pasado sábado 22 de octubre tras dos años sin verse por la pandemia. Las edades de los integrantes oscilaron desde los 96 años de la tía Mariana hasta los tres meses de la benjamina de la familia, Raquel.

La jornada comenzó con el visionado de un documental sobre la historia de la familia en el salón de actos del Ayuntamiento de Albalate. «Fue un acto muy emotivo», recuerda Esther Martín, una de las familiares presentes. Después subieron al santuario de la Virgen de Arcos, tal y como manda la tradición familiar. Allí pasaron el resto del día. No faltó ni la buena comida, ni las buenas jotas con la rondalla familiar, ya que entre los Pina Ibáñez siempre ha habido buenos rondadores.
«Con la tradicional subida a ver a la Virgen, le cantamos los gozos. Recordamos a los familiares que ya no están entre nosotros y que se sentirán orgullosos de esta familia», señala Martín. Las cinco generaciones disfrutaron de un día «en armonía» y lleno de «alegría» de volver a verse. Cuando cayó la noche, llegó la despedida, no sin antes preguntarse «cuándo repiten otra vez».
