Los problemas en los trabajos de mejora de la pista azul de Alcañiz están causando un importante trasiego a varios clubes de Alcañiz que juegan en esta instalación y que no podrán volver a hacerlo, como mínimo, hasta diciembre. Parte de la pista está impracticable para la actividad deportiva, por lo que desde que comenzó la temporada los clubes afectados deben escoger entre dos opciones: pedir a sus rivales jugar estos meses todas las semanas en campo contrario o bien que el Servicio Municipal de Deportes les consiga un pista en una localidad de la zona como Alcorisa, Andorra o Caspe para jugar como local.
Tanto una como otra opción tienen sus consecuencias. En el primer caso, si todos los equipos juegan como visitante durante estos meses, en la segunda mitad de la temporada prácticamente todos los equipos tendrán que jugar en casa y por ende, la pista azul no podrá albergar tantos partidos los fines de semana ya que por norma la ocupación ya es muy alta. Esto es lo que teme el Intersala Alcañiz y por eso va a empezar a competir en Puigmoreno, donde el Consistorio está habilitando el pabellón para la práctica del fútbol sala. «Hasta ahora estamos cambiando el orden de los partidos con los otros clubes pero al final es una locura. Estaremos en Puigmoreno hasta que la pista azul esté bien o incluso nos quedaremos aquí toda la temporada», apunta su responsable, Víctor Perena.
Por otro lado, otros clubes están siendo derivados a localidades cercanas, lo que supone un gasto en desplazamientos que deben asumir las propias entidades además de que ya no cuentan con el factor campo, ya que aunque en la teoría son locales, no están en su cancha y con el número de aficionados que normalmente acuden a un partido en su pueblo. «Entrenamos como podemos en la zona de la pista azul en la que aún se puede hacer algo y nos dicen de competir en Alcorisa pero los gastos no nos los paga nadie», apunta Carlos Abizanda, del Balonmano Alcañiz.
En la misma situación se encuentra el EBA Alcañiz de baloncesto. Los benjamines y alevines se «arreglan» poniendo unas cintas para marcar la pista pero los equipos federados sí deben jugar en canchas que tengan unas condiciones mínimas. «Lo están mirando desde Deportes ya que el tema es municipal, creo que al final la mejor opción será Caspe. La pista había que pintarla sí y han surgido problemas que no se podían adivinar así que nos adaptaremos», afirma Elías Beguer.
Las obras comenzaron con poco margen
Los problemas en la pista surgieron porque al tratarla con pintura caliente salieron unas burbujas que, al reventarse, provocaron agujeros. Estos problemas de fijación del nuevo pavimentado son causados por vicios ocultos en el pavimento original, que data de 1985. El 17 de septiembre se explicó la situación a los clubes en una reunión en la que se explicó la situación y se pidió «comprensión» porque ya se estaban «analizando y solventando» los problemas.
Unas semanas después se siguen estudiando «las diferentes posibilidades que existen», según explicó este jueves el concejal de Deportes, Kiko Lahoz, quien dijo que daría más detalles en una rueda de prensa el próximo lunes. «Lo vamos a agilizar todo lo que podamos», apuntó.
Lo cierto es que las obras tenían que haber comenzado el 1 de agosto pero no lo hicieron hasta el 21 cuando nueve días después, el 30, tenían que estar listas porque el Intersala jugaba la Copa Aragón en Alcañiz. Lahoz explica que el retraso se debió al material aunque diversas fuentes apuntan a que también tuvo que ver la falta de acuerdo en las consultas para la elección del color.