Andorra lleva ya siete días en fase 2 y sujeta a un confinamiento perimetral que empieza a hacer estragos en la economía local. Los comerciantes calculan una merma en sus ventas y visitas de en torno al 30-35%, una cifra que es aún mayor en el sector de la hostelería. De hecho, algunos bares y restaurantes ya han optado por cerrar y tomarse unas «vacaciones», a la espera de que la situación mejore. También por seguridad, porque la situación preocupa. «El Ayuntamiento tomó medidas para habilitarnos más mesas pero ahora no las llenamos. Cada vez sale menos gente porque hay muchos positivos y mucha gente confinada. Se nota que hay más miedo cada día», explica Turia Serrano, propietaria de un bar en la localidad. La actividad ha descendido más de un 50% en un verano «que ya ha sido muy malo», recalca. «Pero hasta agosto veíamos que había casos aislados, ahora vemos que no, que está aquí y cada día hay más».
La actividad en las terrazas se ha visto reducida en los últimos días y ya se han tenido que cerrar dos aulas de dos colegios diferentes -una en el Juan Ramón Alegre y otra en el Gloria Fuertes- debido a la aparición de dos positivos, un alumno en cada una de las clases. Este viernes, apenas había gente en las calles. «Hay controles para entrar y salir de la localidad. El ambiente es de tranquilidad pero cada vez se ve a menos gente paseando», explica María José Serrano, una trabajadora de una entidad bancaria que todos los días se desplaza de Albalate a Andorra para trabajar.
«Era previsible la prórroga, dado el alto número de contagios que siguen saliendo en la localidad. Era lo más razonable pero nos duele mucho», dice el presidente de la asociación empresarial de Andorra, Roberto Miguel. Recuerda que Andorra es la capital de la comarca y, por tanto, «el centro de las compras de los vecinos de los pueblos de alrededor». «Con las limitaciones actuales, no pueden venir, por lo que lo hemos notado mucho», subraya.
Miguel incide en que el comercio local sigue «dando la cara» en estos momentos tomando todas las medidas pertinentes y pide a los ciudadanos que han dado positivo o estén esperando resultados «se mentalicen» y se queden en casa. «Nos estamos jugando el futuro y tenemos que actuar con mucha responsabilidad», concluye Miguel.