Este jueves, 24 de octubre, se ha celebrado el Día de las Bibliotecas. Instituciones públicas que garantizan el acceso libre y gratuito a la información del individuo en infinidad de materias y que lo hacen más allá de los libros. Como en la biblioteca de Alcorisa, que en sus estanterías también alberga semillas del territorio. Los usuarios se las llevan prestadas y tienen un año para devolver diez veces la cantidad prestada o una equivalente de otra semilla local que pueda ser interesante para aportar al banco.
El banco de semillas lleva en funcionamiento desde el pasado mes de junio. En él pueden encontrarse semillas de algunas variedades de judías, acelgas, perejil, calabazas, pepinos o incluso tomate morado. Desde la biblioteca se encargan de recoger la variedad y nombre de la simiente, el municipio del que procede, la persona de la que lo aporta y la zona de cultivo.
«La función básica es no perder las variedades locales que se tienen en la zona. Queremos fomentarlas y catalogarlas para potenciar los aromas, olores y sabores del territorio, ya que las variedades que se consumen definen a una localidad», explica Jacobo Pitarch, impulsor de la iniciativa junto a su hermana Rosi. Ambos fueron los encargados de traer las primeras semillas desde la Red de Semillas de Aragón, y a ellos se les han ido sumando otras personas.
Maite Pérez, responsable de la biblioteca de Alcorisa, indica que la intención es ampliar el banco con la mayor variedad posible para que los productos de la zona no se pierdan y anima a los vecinos del territorio a aportar los cultivos de su zona. Un proyecto que pretende favorecer la cohesión social, compartiendo las semillas entre vecinos, pero también enseñar los conocimientos agrarios condenados a la extinción más allá de las hojas de papel.