Un total de 49 muestras diferentes de vinos tintos, blancos y rosados han sido degustadas durante la mañana del lunes en Cretas por cuatro catadores de renombre nacional e internacional. La localidad matarrañense acogió una nueva edición del concurso de vino de los asociados a la Indicación Geográfica Protegida Bajo Aragón. La cata contó con la participación de productores únicamente del ámbito de la IGP bajoaragonesa. De este modo, la IGP retoma el tradicional concurso anual después de que la crisis sanitaria provocase su cancelación en 2020. Los resultados de la cata, así como los ganadores del concurso se darán a conocer en Cretas el próximo viernes, día de San Jorge.
Cabe recordar que la cata así como la entrega de premios se llevan a cabo durante la inauguración de la Feria del Vino. El evento tuvo que suspenderse por segundo año consecutivo. El jurado está conformado por el enólogo francés Claude Serra con más de 20 años de trayectoria como sumiller y enólogo y especializado en vinos de la zona francesa del Languedoc y Ródano. De igual modo Ana Lample, enóloga con vinculación con la D.O. Calatayud y Helena Pérez, enóloga directora de una gran productora de vino catalán. Concluye el jurado Pere Figuereo, director comercial de una importante distribuidora de vino.
«Clima y suelo idóneos para la uva»
El enólogo coordinador de la cata, Juan María Riera, destacó la «personalidad» que ofrecen los vinos del Bajo Aragón y aseguró que «si se trabaja bien», el futuro puede ser más que prometedor. «Creo que todo el ámbito de la IGP es perfecto para ofrecer vinos de altísima calidad. Tenemos clima mediterráneo, pero con un fuerte componente continental y viento. Y los suelos son perfectos, porque hacen sufrir a la planta y ello aporta una uva de excelente calidad», afirmó el enólogo.