Alcañiz, Albalate del Arzobispo y Andorra han presenciado esta semana tres de los cursos de verano organizados por la Fundación Universitaria Antonio Gargallo. Estos talleres pertenecen a la formación que ofrece la Universidad de Verano de Teruel y tienen como objetivo favorecer el valor del patrimonio natural y cultural de los municipios turolenses.
Alfonso Blesa, director de la Fundación Universitaria Antonio Gargallo, cuenta que el propósito de la organización es desarrollar la actividad universitaria en los municipios de Teruel. Ante la gran variedad de cursos que se ofertan este verano, Blesa señala «se pueden encontrar formaciones para casi cualquier perfil que quiera invertir su tiempo en crecer «.
En Albalate del Arzobispo se ha impartido el curso ‘Introducción a la talla de piedra de alabastro». Las actividades comenzaron el pasado 5 de julio con una introducción a la historia del arte, continuó con el aprendizaje de la talla directa en alabastro y finalizó con las técnicas utilizadas para eliminar las partes duras del material. El martes 6 de julio, los participantes tuvieron una clase de lenguaje escultórico, aprendieron a realizar figuras geométricas y visitaron la cantera del municipio.
En la jornada siguiente, se continuó el taller de figuras geométricas y además se preparó una actividad de relieve ornamental. El curso también incluyó un estudio del uso de la naturaleza como fuente de inspiración. El 8 de julio finalizó el proyecto explicando la importancia de crear un boceto, ahondaron en la escultura y su relación con el espacio que la circunda y se continuó con la actividad de escultura ornamental.
El coordinador del proyecto, Santiago Martínez, explica que el beneficio de estos cursos es que «cada territorio y cada entidad municipal ponga en valor lo que tiene en su medio natural».
Por su parte, Andorra ha apostado por segunda vez por el curso ‘El entorno natural como recurso educativo en el medio rural’, dirigido por los profesores Chabier de Jaime Lorén y Gaspar Ferrer Soria. El propósito de estas actividades es animar a incluir el entorno rural como recurso educativo en todas las etapas formativas.
El taller comenzó el pasado martes 6 de junio analizando el recorrido de la educación ambiental y el estudio del entorno en primaria. Los participantes también pudieron disfrutar de la experiencia educativa en el colegio de Olba, además de una actividad para la conservación del medio ambiente rural en Alpartir.
En la jornada del miércoles se habló del medio natural como herramienta de enseñanza y también se expusieron ejemplos de actividades realizadas con alumnos de infantil, primaria y secundaria. La última actividad del día fue una mesa redonda sobre la educación ambiental en la escuela rural del siglo XXI. El curso concluyó el pasado 8 de julio con las actividades de diseño de entornos de aprendizaje geológico en el medio rural y biología de campo en un instituto rural.
Educación en Alcañiz
En Alcañiz, se celebró la tercera edición del curso ‘Cómo iniciar los cambios en educación. Qué hacer con la práctica’ que comenzó el pasado 6 de julio. Este programa dirigido por la maestra de infantil y primaria, Pilar Ledesma Pascual, muestra cómo diseñar estrategias para implantar el aprendizaje colaborativo y facilitar la puesta en práctica del marco teórico.
La primera actividad del curso abordó el uso de la biblioteca escolar como fomento de la lectura entre los alumnos. Durante la segunda jornada se dio un gran valor al conocimiento y selección de textos informativos, además de añadir una ronda de experiencias docentes. Las actividades finalizaron el día 8 de julio con un estudio de los recursos digitales como herramientas fundamentales en la docencia, un taller de selección de textos y una mesa de conclusiones.
La Fundación Universitaria Antonio Gargallo tiene previstos varios cursos en septiembre para los que todavía hay plazo de matriculación. Uno de ellos es el curso de periodismo económico en Alcañiz, mientras que el realizado en Alcorisa lleva el nombre «Lo que cuentan los cuentos. Educar en creatividad». «Animo a todos a que elijáis el curso que pueda ser de vuestro interés y participéis en algo que podemos calificar como turismo cultural y que ofrece la posibilidad de estar alrededor de un tema interesante en compañía de personas que pueden ser afines a nuestros intereses. Ese es el objetivo final de los cursos de verano» ha concluido Blesa.