Daniel Gascón, novelista, autor de relatos y responsable de la edición española de ‘Letras libres’, ha presentado en Alcañiz su última novela ‘La muerte del hipster’, continuación de un ‘Un hipster en la España vacía’. Ambos libros giran en torno al personaje Enrique Notivol, que tras regresar al pueblo en busca de la naturaleza, se covierte en alcalde de la localidad (inventada) de La Cañada de Azcón, que el autor localiza en la comarca del Maestrazgo, y debe hacer frente a la pandemia.
La vinculación del autor con el territorio, vivió parte de su infancia en Urrea de Gaén y el Maestrazgo y sus dos hermanos nacieron en Alcañiz, vuelve a plasmarse en esta segunda novela, que espera repita la gran acogida que tuvo el primer volumen.
La despoblación es un tema que actualmente es muy frecuente en los medios de comunicación, pero ¿cree que este boom por la 'España Vaciada' es una moda que también pasará?
El problema ya estaba, de hecho el traslado de población más grande se produjo mucho antes, pero ahora le prestamos más atención. Pero creo que hay que saber aprovechar los momentos, y esa relevancia pública que tiene ahora hay que usarla para intentar mejorar los servicios, y que esa mayor conciencia se convierta en algo real. Cuando la gente habla sobre revertir la despoblación, me parece que es muy difícil porque no responde a una sola causa, sino que la despoblación tiene muchas causas. Pero seguramente el foco que tiene ahora no lo va a tener siempre, por lo que se debe aprovechar el momento.
¿De dónde proceden esas ideas que sirven para inspirarte y ofrecer la versión más humorística de un urbanita en el medio rural?
Las ideas a veces vienen de mis propias vivencias, otras veces de cosas que te cuentan. También la realidad es muy inspiradora, muchas veces si prestas atención a las noticias tienes que limitarte, no poner todo lo que podría tener cabida. Incluso hay cosas que en la realidad son tan exageradas que no puedes ponerlas porque parece que estés haciendo parodia. También incluyo cosas de libros o películas. En ‘La muerte del hipster’ he usado anécdotas que me han contado en mi pueblo, cosas que me pasaron, pero también ideas de la cinta ‘Bienvenido Mister Marshall’, me gusta mezclar muchas referencias, que a veces las incluyo de forma más consciente y menos consciente.
¿Qué tipos de comentarios o críticas reciben de tus lectores de las zonas rurales sobre este trabajo?
Una de las cosas que más me preocupaba al principio era que molestara. Porque si el libro molestaba a los urbanitas me daba un poco más igual, pero no quería que pensarán que me estaba riendo de ellos. Pero ha sido bastante al contrario a la gente que vive en el campo le divierte mucho e incluso me cuenta historias que podría incluir. Recuerdo que en la presentación que realicé en Alcañiz del primer libro me contaron una historia de que en un pueblo unos ladrones entraron a robar y acaban metiendo el coche en una zanja y llaman al alcalde para que los saque con un tractor, y esa historia la he incluido. Además mucha gente que vive en el medio rural se siente identificada porque han vuelto a sus localidades de origen y se sienten como el personaje. Ha habido mucho conexión con esa gente y me ha alegrado, de verdad.
¿Y cómo nació el personaje de Enrique Notivol?
Tengo muchos amigos que se asemejan a esa tipo de hipster, con ideas posmodernas y con una visión idealizada del campo que reflejó en los libros. Además leída muchas veces en los periódicos esos titulares que versaban sobre ‘sueño rural’, y como yo conozco ese medio y creo que es más variado e interesante, pero también más árido de lo que se piensa la gente. Me hizo gracia la idea de plasmar ese encontronazo entre lo idealizado y la realidad. Y le vas dando al personaje esos rasgos quijotescos mientras escribes y les añades experiencias propias. Al principio quería crear un personaje que fuera irritante, pero tampoco quería que el lector tuviera que convivir 200 páginas con un tipo que te cae mal, por lo que al final me resulta simpático en todo lo que realiza para lograr su empeño en cada libro.
¿Tienes ganas de escribir más sobre las vivencias de Enrique Notivol?
Me lo paso muy bien escribiendo las pequeñas tramas del libro, y es un trabajo que no m agota, es variado porque las tramas son distintas, y al tener distintos registros es muy variado, y por eso me gusta. Pero todavía no me he puesto a trabajar en nada nuevo. Sí que pienso que este segundo libro está como muy encerrado y me imagino que podría hacer un viaje, por ejemplo por España.
Y a parte de las aventuras de este hipster urbanita, ¿veremos pronto algún otro proyecto tuyo?
Tengo un libro de cuentos titulado ‘El padre de tus hijos’ que lo escribí un poco antes que este libro, y que teóricamente saldrá a la luz al año que viene, que tiene un tono más parecido a mis obras anteriores, digamos que es más realismo lírico por decirlo en pedante. Y luego tengo otras cosas pero está todo un poco disperso.
¿Cómo te sentiste cuando una de las grandes plataformas de streaming adquirió los derechos de esta historia que has presentado hoy en Alcañiz?
Es bonito que se fijen en ti, y espero que al final se haga porque hay mucho cine y televisión en los libros. Y es bonito imaginar cómo van a reinventar eso que se te ha ocurrido a ti. Te estimula mucho. Pero también eres consciente que los caminos del audiovisual son largos, y a veces inescrutables, pero creo que hay muchas cosas que puedan quedar bien en la pantalla porque hay mucho humor que es visual.
¿Cómo explicarías a alguien que no te conoce a ti ni a tu obra qué va a encontrar en la páginas de tus dos últimos trabajos?
Son dos novelas de humor que tienen personajes que te atrapan y es una manera de tener una mirada muy descolocada sobre la realidad española. Al mismo tiempo también presentan una huida de lo común, enseñando el mundo rural de otra manera.