Prestaron declaración ayer en el juzgado de Alcañiz
Tres de las 16 personas que están siendo investigadas por el caso Defabar declararon ayer en el juzgado nº2 de Alcañiz. Lo hicieron 18 días después de que se conociera la Operación Ayúrveda una vez que se levantó el secreto de las actuaciones y que situó al laboratorio de Alcorisa en el núcleo de una trama internacional de venta ilegal de medicamentos que, según la investigación, la red importaba además de principios activos a granel para fármacos que viajaban desde China o la India en condiciones ilegales y que revendían a países fuera de la UE. Medicamentos que se terminaban de fabricar o envasar en Alcorisa dándoles el aspecto para hacerlos pasar por españoles.
Las tres personas que declararon eran trabajadoras del laboratorio. «No pensamos que tenga que ver con la fabricación de medicamentos porque se limitaban al empaquetado de productos terminados y, algunos de ellos, a preparar la documentación necesaria para los trámites burocráticos», dijo uno de los abogados, José Luis del Valle. «Los abogados no vemos indicios delictivos, en todo caso, una falta administrativa que ya se está juzgando en el tribunal competente en Madrid», añadió.
Esta operación, que lideró la Sección de Consumo y Medio Ambiente (Secoma) de la Guardia Civil y coordinada por el juzgado alcañizano y la Fiscalía Provincial entre otras fuerzas, situó al gerente de Defabar, Gabriel García, como cabecilla. Se le acusó a él y a los investigados por delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales, tráfico ilegal, falsificación de documentos y estafa.