El territorio bajoaragonés se suma este miércoles a la celebración del Día del Orgullo poniendo el foco en los derechos de las personas LGTBIQ+. Manifestaciones, lectura de manifiestos y pancartas, son el denominador común de esta jornada de fiesta y reivindicación por lo que todavía queda por conseguir. Rodrigo Izquierdo, presidente de Teruel Provincia por la diversidad afectivo-sexual-Terqueer, habla de esta conmemoración y analiza los principales retos del colectivo
¿Cómo vivís desde el colectivo este día del Orgullo?
El día del Orgullo es un día para celebrar. Tenemos que celebrar lo que hemos conseguido y que en España poco a poco seguimos trabajando para alcanzar la igualdad. Pero también es un día de reivindicación. Hoy tenemos que recordar nuestros orígenes, que el movimiento del Orgullo es desde el primer momento un movimiento de revuelta que pretende conseguir nuestros derechos y luchar por la igualdad. Es algo que no podemos olvidar.
¿Por qué más que nunca es importante volver salir a las calles?
Vivimos en un momento en el que hay una inestabilidad política tremenda y en esa inestabilidad se están atacando los derechos más básicos de las personas LGTBIQ+. Se está amenazando con derogar leyes que han supuesto nuestros derechos más fundamentales, incluso se nos ataca al no reconocernos en las instituciones o al eliminar el símbolo de la bandera en las mismas. A los derechos que estamos perdiendo, se suma la falta de representación en los espacios en los que más necesitamos tenerla.
¿Cómo valoráis el ecosistema político actual, en cuanto a la consecución de las reivindicaciones del colectivo LGTB?
Cualquier movimiento político que se vaya a hacer en favor del colectivo vamos a apoyarlo y ante cualquier movimiento en contra, sea del partido que sea, saldremos a la calle ante el ataque a nuestros derechos. Nosotros no tenemos miedo, porque tener miedo es aceptar que ellos tienen más poder y al final esto no es así. Tenemos que demostrar que somos fuertes.
¿Las trabas y la discriminación se agravan más en el mundo rural?
Por supuesto. Lo sabemos todas las personas que vivimos en la España vaciada. El mundo rural es una locura. Es muy difícil vivir libremente tu sexualidad y tu identidad cuando tu entorno es ese pueblo chiquitín en el que has nacido y te han visto crecer. Es muy complicado expresarte en un entorno en el que por mucho que tengas una familia siempre va a haber un toque de prejuicio porque es un sitio pequeño. Todos conocemos el poder de los rumores. Incluso dentro de tu familia, aunque te acepten, en un pueblo siempre estará el “que no se enteren” o “intenta que no se te note mucho”… La sociedad rural debe trabajar mucho para alcanzar la igualdad. Tenemos que luchar en contra de todas estas realidades en el entorno rural. Este es uno de los aspectos más problemáticos para las personas LGTBIQ+.
¿Qué consecuencias tienen esos prejuicios en el mundo rural?
Existen fenómenos sociales como el sexilio, un exilio que realizan las personas LGBTIQ+ que abandonan sus pueblos pese a que quieren quedarse en ellos, porque no pueden expresarse como ellos son. Se tienen que ir a ciudades más grandes como Madrid, Barcelona o Zaragoza, buscando un cierto anonimato.
¿Cómo podemos frenar esta realidad?
Es muy importante la labor de los medios rurales y de las entidades pequeñas de la provincia para poder ayudar a frenar este movimiento social. Hay que mostrar una fuerte crítica a determinados partidos políticos o a determinados argumentos que están en contra de los derechos más básicos, ya no solo del colectivo, sino de la vida humana, del derecho a existir, a expresarse y a tener una identidad de género propia. Es algo por lo que tenemos que trabajar tanto desde las asociaciones, como desde los medios de comunicación. Obviamente las instituciones, la Policía, la Guardia Civil…, también juegan un papel muy importante. Que todos ellos muestren el apoyo o no de manera abierta va a ayudar a que la sociedad entienda a las personas LGTBIQ+. También es importante que las asociaciones de la provincia se impliquen para defender la diversidad afectivo sexual.
La actividad de Terqueer se basa mucho en la educación...
Desde Terqueer siempre hemos apostado por el papel de la educación, el entrar en las aulas para poder expresar un mensaje de igualdad, de respeto. Creemos que es la manera de cambiar la sociedad. Cuando entramos en un instituto nos dan las gracias y nos expresan la necesidad de hablar con alguien del colectivo, nos dicen que se sentían solos. A veces los centros comienzan a trabajar en iniciativas a raíz de conocer la realidad por nuestro medio. A nosotros no solo nos llena, sino que observamos que hay ganas de cambio y que desde determinados centros de la provincia están dispuestos a luchar por la igualdad y por este cambio.
¿Qué tan importantes son los referentes?
Son una parte muy básica del colectivo y es algo que todos necesitamos. Igual que un niño que quiere jugar a fútbol va a mirar a Messi o a Cristiano Ronaldo, alguien del colectivo tiene que poder ver a otra persona cercana, a alguien de su entorno, en su familia, en su provincia o en su ciudad, que le pueda dar la tranquilidad de que eso está bien, que debe luchar por sus derechos y vivir en libertad. Los referentes muchas veces son el clavo ardiendo al que nos agarramos en el medio rural porque no tenemos a nadie más en quien fijarnos o quien sirva de apoyo. En los entornos rurales necesitamos luchar contra la desinformación y tener referentes, ejemplos de personas que están pudiendo vivir su vida siendo como son.
¿Qué papel juegan la desinformación o la falta de información?
Tanto la falta de información, como sobre todo la información negativa, hacen mucho daño. Tanto desde los entornos rurales como urbanos accedemos a la información normalmente a través de Internet. Si los medios que consumimos expresan odio o acepciones negativas hacia el colectivo LGTBIQ+ vamos a vernos en una situación en la que va ser muy difícil cambiar los prejuicios que se están instalando poco a poco, incluso en personas que puede que a priori no tuvieran un juicio negativo contra la comunidad. Podemos encontrar mucha más reticencia en los entornos rurales porque no existe un diálogo.
En el manifiesto de este año reclamáis el Orgullo Crítico ¿Qué simboliza?
El Orgullo Crítico surge en el año 2006. Es una manera de luchar en contra de los prejuicios y de ese Orgullo tan mercantilizado, que tiene como base el vender y el hacer un uso mercantil del colectivo. Este año adoptamos esta perspectiva crítica porque pensamos que la politización y la mercantilización de Día del Orgullo es algo que nos puede jugar en contra.
en este país todos los españoles tenemos los mismos derechos
Sois personas humanas como todo el mundo. Y os respetamos como se respeta a cualquier persona. No permitáis que hagan política con vosotros porque sois ante todo personas y os lo dice un votante de VOX.