Los 28 vecinos desalojados de los tres bloques de vivienda de Alcañiz tras la fuerte tormenta del jueves permanecerán, al menos, otros 20 días fuera de sus casas. Así lo ha dictado el informe técnico del arquitecto municipal, en el que se especifica que estos no podrán regresar a sus viviendas hasta que se realicen unas actuaciones de limpieza e inspección en la parte inferior de uno de los edificios, el número 20 de plaza del Deán, cuyo balcón se vino abajo este viernes a causa de la tormenta. Las inspecciones determinarán con exactitud el estado de la infraestructura y el peligro que pudiera suponer sobre los bloques 9 y 11 de ronda Belchite, que se encuentran en la parte trasera del inmueble afectado, y que permanecen también desalojados desde el jueves por la noche.
El balcón de la casa ubicada en la plaza del Déan fue precisamente el elemento que hizo saltar todas las alarmas el jueves por la tarde tras las tormentas al presentar grietas y un gran socavón. El Consistorio tomó entonces la decisión de proceder al desalojo de los vecinos por «peligro de desprendimiento», aunque no fue hasta el viernes por la mañana cuando partes de esa misma terraza se derrumbaron provocando que los restos cayeran justo encima de los bloques situados en la ronda de Belchite. Los afectados, 24 vecinos de los bloques de la ronda de Belchite y cuatro de la casa de la plaza del Deán, permanecen desde entonces reubicados en distintos lugares de la localidad. Cuatro de ellos están en el Trillero y el resto optaron por alojarse en segundas residencias o viviendas de allegados, donde ahora tendrán que permanecer «al menos otros 15 o 20 días más».
Este mismo lunes estos se reunieron en el ayuntamiento con el alcalde de la capital bajoaragonesa, Miguel Ángel Estevan, y técnicos municipales para conocer el estado de los bloques. «Estamos hablando de conclusiones preliminares. El informe apunta a que la casa del Deán es la que ha ocasionado los daños. Se tendrá que adecentar y limpiar el inmueble, pero lo tendrá que hacer un técnico competente y con un plan de seguridad. El proceso, en un principio, se podría alargar como mínimo durante dos semanas. Estas tareas serán las que nos aseguren cómo está realmente la estructura de la vivienda para poder decidir e instar las reformas necesarias. Lo ideal sería que estas familias pudieran volver a estar en sus viviendas cuanto antes, pero lo que está claro es que hasta que no esté 100% asegurado nadie podrá entrar al edificio», especificó Estevan.
La casa que sufrió los desprendimientos es una de las más nuevas que se han construido en la plaza del Deán durante estos últimos 30 años. Según explicaron los vecinos de ronda de Belchite, tras la lluvia torrencial del jueves se empezaron a escuchar crujidos y un gran ruido en la pared de atrás, justo en esta casa. El mismo viernes todo apuntaba a que se había movido la cimentación por la lluvia. No obstante, después de este primer informe técnico todavía se desconoce cuál fue exactamente el fallo en la estructura o el terreno que provocó el viernes los desprendimientos. «Es una casa que apenas tiene 28 años de antigüedad. No sabemos exactamente qué es lo que ha pasado», añadió Estevan.
En todo este proceso de supervisión del inmueble, el Ayuntamiento de Alcañiz tomará partido como intermediario entre comunidades y seguirá «supervisando, mediando y a disposición de todos ellos para ayudar en lo que sea posible». «El seguro de la propiedad número 20 ya nos ha llamado esta mañana para que una empresa se hiciera cargo de la limpieza de esta vivienda. Pero este no es tan fácil como entrar y limpiar, sino que todo debe estar revisado por un técnico y cumplir una serie de cuestiones. Por eso es cuestión de días», dijo el primer edil.
Mientras tanto, los Bomberos y la Policía Local se mantendrán a disposición de las 13 familias para que estas puedan acudir a los domicilios en busca de más enseres, medicinas o mantenimiento básico. También seguirá abierto el protocolo de acompañamiento de Servicios Sociales y la posibilidad de que, en caso de que lo necesiten, estos puedan ser reubicados según sus necesidades, tal y como ya se les comunicó el jueves, cuando el ayuntamiento les ofreció la posibilidad de realojarse en hoteles de la localidad a su cargo.
Los vecinos desalojados salieron de casa el jueves con alguna muda, la documentación y muchos nervios. Lo hicieron tras escuchar una «tromba de agua exageradísima» seguida por los crujidos y un gran ruido mencionados en líneas anteriores. «Salimos todos los vecinos pensando que era nuestra pared y era la de atrás. Llamamos a los municipales y vinieron con los Bomberos, quienes nos desalojaron por seguridad. Miedo no pasamos pero sí mucho nerviosismo e incertidumbre», comentó una vecina.
Tras su rápido desalojo, estos pudieron volver a acceder a sus casas el viernes por la mañana para llevarse más pertenencias y ropa en una entrada coordinada por Bomberos y Policía Local. No obstante, los nervios de muchos ellos provocaron que simplemente recogieran lo básico. «Te sacan de casa con prácticamente lo que llevas puesto. Cuando todo ocurrió vino a mi mente el edificio que se cayó en Teruel. Uno piensa que es imposible que pase algo así hasta que llega y te ocurre a ti», afirmaba otra de las vecinas de los edificos de ronda de Belchite afectados.
Ese mismo día Estevan y parte de los concejales del equipo de gobierno ya estuvieron hablando con los vecinos para trasladarles su apoyo y su disponibilidad para ayudarles en «lo que fuera necesario» aunque esto realmente se trata de un problema «entre propietarios y en el que el consistorio tan solo es un intermediario».
Por el momento no ha habido ningún caso de familias que se hayan tenido que separar en diferentes casas. Ahora el objetivo del Ayuntamiento, según indicó el alcalde, es seguir a plena disposición de los vecinos afectados. «Todos han aceptado la situación, pero lo que ha ocurrido es muy triste. Yo me pongo en su piel. Ojalá todos puedan volver a sus casas cuanto antes», concluyó Estevan.
Definir en este artículo lo que ocurrió como “balcón se vino abajo”, creo que no es adecuado.
No fue un “balcón” como tal sino una terraza.
El Sanchismo nos hunde!!!!