No hay una procesión en Alcañiz en la que no participe la familia de la nueva presidenta de la Junta Suprema de la Semana Santa, Ana Egea. La alcañizana lleva toda la vida viviendo la tradición en su casa y así siguió en la familia que creó junto a su marido, Paco Moros. El abuelo de Ana fue el primer portante del Silencio, luego le siguió su padre y después, su hermano. Cuando eran novios su marido también sacó el Cristo del Silencio durante siete años porque su suegro sufrió un accidente. La madre de Ana también formó parte en la junta del Nazareno y estuvo muchos años en la Soledad. «En las procesiones siempre participa alguien de la familia. La vivimos con mucha ilusión e intensidad por intentar acudir a todos los actos y ayudar en lo que haga falta», explica Ana.
Si no participa, a Ana le gusta ver las procesiones «dos o tres veces». Primero se coloca en la salida, después vuelve a moverse para ir a su encuentro y así varias veces. Además, una vez por la fila izquierda y otra por la derecha para no perder detalle. «Lo que pasa es que no se puede estar en dos sitios a la vez. Participo desde que tenía 12 años en el Silencio, en la Soledad, imagino que este año también en el Nazareno, ultimamente también he vuelto a desfilar el Domingo de Ramos…» precisa Ana, quien reconoce que su «punto débil» es que no sabe tocar el tambor. «En mi casa hemos participado en las procesiones y mi padre tiene un tambor antiguo pero nunca hemos salido a tocar. Si alguna vez me pongo a ello pues sí pero creo que no sé ni coger los palillos y me hago rozaduras en los dedos. No es lo mío», comenta entre risas.
Su marido Paco ahora es portante de la Verónica del Santo Entierro, del Jesús atado a la Columna del Nazareno y de la Virgen de la Soledad.
Esta pasión por la Semana Santa se la han inculcado a sus hijas, Isabel (22 años) y Laura (19). La mayor empezó de pequeña saliendo en la fila del Silencio y también el Martes y el Sábado Santo en diferentes figuras bíblicas. También en la fila del Nazareno y este año con la Cruz del Silencio, de cetrillera en la Soledad y portando el estandarte del Nazareno que suele llevar su hermana Laura, a la que en este 2023 le ha tocado ejercer de hermana mayor de turno.
Este estandarte lo llevó Ana durante 40 años hasta que hace cuatro se lo legó a su hija pequeña. Laura es fiel al Nazareno y antes también salía con una vela junto a su madre en el Silencio. También le encanta tocar el tambor junto a su padre y sus amigos.