La Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón ha llegado a un acuerdo para “salvar un grupo de unas 200 vacas bravas” situadas en Alfajarín y propiedad del ganadero José María Arnillas, por su valor genético al tratarse de una raza autóctona. Con este fin, acaban de firmar un acuerdo con el empresario Jesús Marco, del grupo Marcotran, que se hará cargo de estos animales con la ganadería Las Ventas, que las trasladará a su finca en Muniesa, donde serán analizados los animales.
El acuerdo ha sido apoyado por el abogado Antonio Puertas, defensor de José María Arnillas, el consultor Jesús María Sahún y la hija del ganadero, Begoña Arnillas.
Después de que las vacas llevaran unos diez años en la finca de Alfajarín, donde el ganadero ha provocado numerosos problemas de convivencia con los agricultores y vecinos de la zona, su abogado Antonio Puertas y José María Sahún buscaron una alternativa de la mano de la DGA, para evitar el sacrificio de los animales que había comenzado hace un año. Fueron ellos los que presentaron una denuncia que paralizó esta medida.
“Buscamos una salida para las reses bravas porque son singulares en toda España y queremos guardarlas”, reconoció Enrique Novales, director general de Calidad Alimentaria, a HERALDO “después que el juzgado pidiera a las partes que buscaran un acuerdo”.
Las negociaciones se han prolongado durante un año y se cerraron esta semana, con la firma del acuerdo extrajudicial, que va a suponer el inminente traslado de las vacas bravas desde Aljafarín hasta Muniesa, a una finca del empresario Jesús Marco, que se hace cargo de las animales. Allí se se realizarán los análisis, el saneamiento total y el crotalado e identificación por parte de los técnicos de Agricultura.
“Vamos a sanear la explotación y se realizará la trazabilidad a todos los animales para aplicarles el saneamiento de tuberculosis. Será un examen sanitario que puede durar un mes. Los ejemplares que no lo superen serán sacrificados”, anunció Novales, quien reconoce que la singularidad de estas vacas les ha llevado a salvar “todas las que estén sanas” para la futura explotación ganadera.
Adelanto con una veintena de toros
Como adelanto de dicho acuerdo, que fue examinado por los servicios jurídicos de la DGA, el nuevo propietario de los animales se llevó hace un mes una veintena de toros de dicha ganadería, situada en el campo de Alfajarín, a la finca de Muniesa para mejorar su convivencia con las vacas bravas.
Los propietarios de la ganadería Las Ventas, además de hacerse cargo de la manutención de la vacada de Arnillas en los últimos meses, invirtieron en dimensionar las explotaciones y adquirieron una parte de los animales del ganadero. Así comenzarán una andadura conjunta y poder participar con solvencia en lugares habituales donde Jose Maria «El Artillero» y sus reses bravas actuaba cada año.
De momento, esta unión ya se ha visto en el inicio de la andadura de los ganaderos Jesús Marco y José María Arnillas, al conseguir buenas actuaciones en distintas localidades como en Borja, donde se proclamó campeón de ganaderías con su toro “Bizko”, frente a otras 7 ganaderías, muy consolidadas.
Fuentes cercanas al empresario señalaron que el acuerdo alcanzado supondrá que las reses de «La Rebomba” abandonarán, durante los próximos días su actual emplazamiento y serán trasladados hasta la explotación de destino, en Muniesa, donde serán sometidas a un riguroso control veterinario y un proceso de saneamiento hasta conseguir una correcta regularización por parte de los equipos del Gobierno de Aragón. No descartan tampoco que algunos ejemplares deban ser sacrificados para garantizar la trazabilidad genealógica requerida.
Una historia que empezó hace un año
A finales del año pasado, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente y la Guardia Civil iban a sacrificar las 400 vacas bravas que había en la finca de Alfajarín por haber incumplido sus controles sanitarios, como determinó el Juzgado de Contencioso Administrativo 1 de Zaragoza. El 30 de diciembre de 2021 se sacrificaron 43 animales.
Al día siguiente, Jesús María Sahún Izquierdo presentó una denuncia en el juzgado por maltrato animal con estas vacas, ya que fueron sacrificadas utilizando dardos que les provocaron horas de «agonía”, en las que anduvieron deambulando por la finca. Otras permanecieron tumbadas antes de perecer y decenas de becerros/as de corta edad murieron de hambre, tras ser abandonados a su suerte por haber matado a su madre sin que nadie los alimentara.
Esta denuncia y numerosas reuniones posteriores de la DGA con Jesús María Sahún, ganador del Premio Aragón de Medio Ambiente en 2004 (por haber recuperado la oveja churra tensina y la cabra moncaína) y Premio Europa de Medio Ambiente de 2012, y el abogado Antonio Puertas han llevado a Agricultura a cambiar de opinión. La apuesta ahora pasa por salvar las vacas bravas, tras haber encontrado un empresario que asuma los costes de alimentación y control sanitario.
Paralelamente, durante este año se han producido numerosas protestas de los ganaderos y agricultores de la zona de Alfajarín por la falta de control de los animales, ya que su dueño, José María Arnillas, ha estado varios meses cumpliendo pena en la prisión de Zuera.
La cooperación del empresario Jesús Marco, dueño de la compañía internacional de transporte Marcotrans Group, ha servido para garantizar la alimentación de las reses y su legalización.
Estudio de la Universidad de Zaragoza
La decisión de la DGA ha coincidido en el tiempo con la presentación esta semana de un estudio de la Universidad de Zaragoza sobre las características singulares del ganado bravo del valle del Ebro, que puede confirmar que sea una raza autóctona. El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Joaquín Olona, ha propuesto que estas vacas bravas sean registradas con esa singularidad a través de la Dirección General de Desarrollo Rural, que remitirá el expediente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y lo decidirán tras recibir la opinión de la Comisión Nacional de Zootecnia.
En este sentido, Jesús María Sahún recuerda que la defensa de esa raza autóctona de vacas bravas del Ebro era parte de su trabajo hace seis años, junto al banderillero Ignacio Serrano. “Es una ganadería singular que procede de los uro, un animal del norte de Europa detectado hace 3.000 años, que tiene un toro de lidia y unas vacas bravas que se han cuidado muy puras”, señala Jesús María Sahún.
