Los pescadores son los responsables de la muerte y transporte de los peces
El sector de la pesca estudia movilizarse tras la aprobación del Plan General de Pesca de Aragón en el que se obliga al sacrificio de especies invasoras. DGA publicó ayer esta nueva normativa en la que se recogen medidas para el control y erradicación de peces como el siluro, el black bass, la carpa o el lucio perca. La pesca de este tipo de ejemplares deja más de seis millones de euros en el Bajo Aragón-Caspe.
Esta normativa autoriza la pesca de este tipo de especies de forma extractiva obligando al pescador a sacrificarla una vez la saque del agua. Además deja en manos de los propios pescadores o clubes deportivos el sacrificio y eliminación de los cadáveres. En el capítulo IV del Plan General de Pesca de Aragón se argumenta que deben ser los pescadores u organizadores de los eventos quienes asuman su muerte y recogida. «Deben eliminarlos del medio natural. Por lo cual se autoriza la posesión y el transporte de los mismos una vez sacrificados, bien sea, para su naturalización como trofeo, para su compostaje, con fines de autoconsumo entre los participantes del campeonato, o para su traslado y eliminación, con cargo al organizador del campeonato, a un gestor autorizado de residuos de tejidos animales», versa el artículo. Este apartado indigna a los pescadores que se consideran los responsables de todo el proceso de erradicación.
La Plataforma en Defensa de la Pesca ya ha solicitado una entrevista urgente con el presidente de Aragón, Javier Lambán, para explicarle las consecuencias de esta aplicación. Además aseguran estudian movilizarse. Las esperanzas del sector se centran ahora en Madrid para cambiar la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad.