Robustos pilones de piedra han guiado durante siglos a comerciantes, transeúntes y batalladores, marcando su recorrido en épocas donde el GPS era una quimera y la compleja climatología, con nieve, ventisca y boira complicaba aún más llegar al destino. Un emblema de este patrimonio se sitúa en el Maestrazgo, aunque es el Camino de los Pilones entre Allepuz y Villarroya de los Pinares el que acapara la atención -su importancia y declaración de Bien de Interés Cultural corroboran la merecida fama-, lo cierto es que hay una auténtica autovía que conecta la capital turolense con La Iglesuela del Cid. Ahora, la diputación provincial trabaja en mejorar el Camino de los Pilones en sus siete etapas de transcurso por las Comarcas del Maestrazgo y Comunidad de Teruel.
Conscientes del valor de la senda, la DPT pone en marcha un trabajo para conservar la travesía, y promocionarla mediante un mapa y tríptico explicativo de la ruta y su historia. Además de un logo y una imagen común que utilizarán ambas comarcas. El folleto, con una exhaustiva documentación, se presentará el próximo 24 y 25 de mayo en Eslovenia con el objetivo de fomentar el turismo sostenible y poner en valor el medio natural. La Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Aragón en Huesca (Escyra) también está llevando a cabo un testeo para probar métodos de conservación con los que prevenir el deterioro que sufren los pilones al estar expuestos a una gran erosión.
El camino por el que Jaume I transcurrió junto a su ejército, permite sumergirse en la historia, pero también apreciar la flora y fauna del camino, así como construcciones artesanales que sirvieron de cobijo como la Piedra Seca. «Desde que comenzamos en 2022, nos hemos reunido con los actores del territorio implicados para diseñar el mejor producto y visibilizar este singular camino, atrayendo también turismo», ha destacado la diputada de Programas Europeos y Desarrollo Territorial María Ariño.
Las acciones tienen un coste de 7.253 euros, de los que la institución provincial ha financiado con fondos propios el 15 %. Además, ha contado con la colaboración del Gobierno de Aragón, laComarca Comunidad de Teruel, Comarca del Maestrazgo y la Escyra.
Siete etapas
La primera parada en el Maestrazgo es Allepuz, en el que se aterriza tras recorrer la sierra del Pobo. Un camino a más de 1.400 metros de altura sirve de transición hacia los espectaculares relieves del Maestrazgo, y que enlaza con el sendero turístico GR 199, en el Parque Cultural del Chopo Cabecero.
El peirón de San Cristóbal señala el inicio de la siguiente etapa, que llega hasta Villarroya de los Pinares y está declarado BIC como Conjunto Histórico. Cuenta con el conjunto de pilones más vistoso de todo el itinerario. Cada 35-40 metros, más de cien estructuras de dos metros jalonan el sendero que carece de vegetación, permitiendo imaginar la importancia de este sistema de orientación en épocas de nieve y ventiscas.
La quinta etapa es la de mayor dificultad y discurre por los montes del Maestrazgo, concretamente por la PR-TE 85. A más de 1.600 metros de altura, ofrece a los senderistas un camino de masías, panorámicas sobre extensos valles y conjuntos urbanos de marcado carácter monumental.
Desde Fortanete, el camino ya se dirige hacia La Iglesuela del Cid, municipio que marca el final del itinerario, a través de una ruta tradicionalmente trashumante que, todavía hoy, utilizan los ganados de ovino y vacuno que recorren la sierra hacia el levante. Los hitos de este sendero son la Cruz Gorda, la masía del Rayo y la Loma del Pinar.
Por último, el Camino de los Pilones propone un fácil ascenso a el Alto de Las Cabrillas, donde una decena de estas estructuras todavía forman parte del paisaje. Este sendero forma parte de la Ruta de la Piedra Seca (PR-TE 70), técnica constructiva considerada Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO.