En junio del pasado año, la Dirección General de Medio Natural y Gestión Forestal del Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón comenzó el proceso para diseñar un nuevo Operativo de Prevención y Extinción de Incendios Forestales para Aragón. La finalidad, señalan, es solventar las carencias del actual modelo. Entre ellas, las referidas al personal y sus condiciones laborales.
Según un informe del propio Servicio de Gestión de los Incendios Forestales y Coordinación, Aragón dispone de un Operativo formado por personal funcionario, que no siempre tiene dedicación exclusiva en esta materia, y personal fijo-discontinuo de la empresa pública Sarga con importantes carencias formativas y laborales como para afrontar una nueva generación de incendios forestales que empiezan a proliferar de manera alarmante por Europa y cuyo origen es el paulatino cambio climático.
Una de las disfunciones que recoge el informe es que la mayor parte de los componentes de las cuadrillas no se encuentran activos durante todo el año, lo que impide una profesionalización real. Señala que las guardias son realizadas por personal que, en algunos casos, no tiene dedicación exclusiva ni trabajo especializado en extinción de incendios forestales; que algunas posiciones están infradotadas y que existen carencias materiales evidentes. Una de las líneas principales de cambio que se plantean es la contratación durante 12 meses del personal de las brigadas helitransportadas, terrestres y autobombas y afianzar la jornada laboral completa del personal de Sarga para terminar con la actual «bolsa de horas».
Aragón cuenta con 8 helitransportadas y 62 cuadrillas terrestres. Sólo cinco de estos retenes de tierra son dobles, es decir, que cuenta con 10 personas. Trabajan una semana la mitad de la plantilla, y otra semana la otra mitad, y resulta una fórmula que facilita la cobertura de bajas o días libres ya que siempre hay 5 personas disponibles. Salvo una, que opera en la provincia de Huesca, las otras cuatro dobles tienen su base en el Bajo Aragón, más concretamente, en Las Ventas (Valdealgorfa), Valderrobres, Monroyo y Maella. Las otras 57 cuadrillas terrestres aragonesas están compuestas por 7 personas de las que trabajan 5 y 2 guardan descanso. «Esta fórmula no se puede resistir, hay que buscar otro modelo de trabajo y es lo que se está haciendo ahora. Se trata de dar con otro que sea tan eficiente como el actual pero no a costa del personal», dijo el delegado de CCOO de Sarga en Teruel, Javier Ciprés.
Estas cuadrillas están formadas por personal de la empresa pública Sarga y un Agente de Protección de la Naturaleza (APN) encargado de la dirección y coordinación del grupo en un incendio. Desde asociaciones como la de APNs sienten que «profesionalmente» pueden «aportar mucho a este proceso» con su dilatada experiencia y colaborarán en lo que se demande.
La puesta en marcha de este proceso desde la dirección general de Diego Bayona (Unidas Podemos) responde a conseguir un modelo acorde a una realidad de nuevos incendios que son cada vez más virulentos con cuadrillas todo el año y que sean profesionales. «Llevamos años escuchando que el operativo es eficiente porque los incendios se quedan en conatos, pero, ¿a costa de qué? Pues gracias a que trabajamos sólo cuatro meses y en verano pero muy precarizados», añadió Ciprés. «No podemos tener vacaciones, hacemos guardias de 24 horas y de las 17 que no trabajamos estamos cobrando 6 euros, en caso de aviso tenemos que estar en la base en 15 minutos y eso hace muy difícil la conciliación familiar… Nadie se ha preocupado por estas condiciones hasta ahora y sólo podemos apoyar», apuntó.
Asegura que durante años se ha hecho oídos sordos a las denuncias sobre su precariedad. «Hay autobombas como la de Monroyo que es conveniada y de referencia que sólo trabaja tres meses. Esto, y nuestra precariedad, se ha denunciado muchas veces a la consejería, que nunca ha hecho nada, y también a los ayuntamientos pero nunca se nos ha hecho caso. Ahora que la dirección general quiere hacer un modelo y que, además está abierto a todos, algunos ponen el grito en el cielo ante una posible reagrupación de cuadrillas y todo por aprovechar la coyuntura política», concluyó.
Críticas de alcaldías y comarcas
Una de las posibilidades que plantea este nuevo Operativo es la reagrupación y traslado en algunos casos de cuadrillas. Esto no ha gustado en algunos ayuntamientos y comarcas que van sumando sus críticas. A pesar de que el proceso sigue abierto, desde alcaldías y comarcas denuncian que «no se hayan tenido en cuenta los intereses del territorio» a la hora de avanzar. Las últimas en sumarse a esta crítica han sido Maestrazgo y Bajo Aragón, que firman junto a otras dos comarcas una carta que solicitan al consejero Joaquín Olona (PSOE) un encuentro de trabajo en el que mostrar su disconformidad con esta posibilidad.
Un verano con 1.200 profesionales y 3 millones de euros más que en 2020
El informe sobre el nuevo modelo de Operativo de Prevención y Extinción de Incendios prevé el aumento presupuestario anual del 5% durante los siguientes cuatro años que permita alcanzar, de forma progresiva, diferentes objetivos. Entre ellos, refuerzo de los recursos de las cuadrillas terrestres, de los corre-turnos también en helitransportadas o de las autobombas con un segundo conductor.
El despliegue, en máxima activación desde junio, llegó este verano con el aumento de su presupuesto ordinario en 3 millones de euros, nuevas inversiones en infraestructuras y vehículos y la creación de Infoar, la nueva logomarca que unifica a todos los profesionales.
El operativo puesto en marcha en la presente campaña implica a más de 1.200 personas entre técnicos del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Agentes de Protección de la Naturaleza (APNs), forestales de Sarga, vigilantes, emisoristas, y largo etcétera. Todo ello, con un presupuesto total de 31,5 millones de euros, 3 millones más que el año anterior.
A este presupuesto, entre 2021 y 2022, se añadirán 4 millones para la renovación y adecuación de centros de trabajo y, aproximadamente, otros 4 para la renovación de la flota de todoterrenos de los APNs, colocación de luces prioritarias V1, adquisición de autobombas y de un puesto de mando ligero.
Para el próximo fin de semana, puente de agosto, se prevén altas temperaturas y máximo riesgo de incendios en buena parte de Aragón. El sábado hubo que desplazar efectivos a Azaila, con la helitransportada de Alcorisa incluida, y a Samper de Calanda para extinguir dos fuegos.
El operativo activado
El operativo cuenta con 62 brigadas terrestres y 8 helitransportadas; todas ellas dirigidas por un APN. A su vez, las helitransportadas cuentan con 6 helicópteros ligeros y 2 medios para el transporte de personal y el lanzamiento de agua; todos ellos y el resto de medios aéreos que participan en la extinción son dirigidos por el helicóptero de coordinación aérea. Además, Aragón cuenta con un parque de 39 autobombas forestales de 3.500 litros de capacidad y maquinaria tipo «bulldozer» que apoyan las labores en tierra.
Los ojos en el territorio los ponen los vigilantes que, desde torres, casetas u otros emplazamientos (en un total de 80), dan aviso inmediato. Estos avisos, y cualquier otro que la ciudadanía realice a través del 112, es recibido en los Centros Provinciales de Operaciones, las denominadas «emisoras de incendios» desde donde se realiza el despacho de medios y la gestión junto con el Centro Regional de Operaciones.
La dirección técnica de los incendios recae en personal funcionarios, APNs en un primer ataque, y técnicos desplazados al Puesto de Mando Avanzado en caso de ataque ampliado, para los incendios de mayor complejidad.