Primero con el Pregón y después con la procesión de la noche, los pueblos han sacado todo su potencial
Desde que en la medianoche de Jueves Santo, Urrea, Samper, Híjar, La Puebla y Albalate Rompieran la Hora, los tambores y bombos no han dejado de sonar y a ellos se han unido este Viernes Santo todas las peanas.

La primera gran cita ha sido por la tarde con las procesiones para pregonar el Santo Entierro de la noche. Lo han hecho realizando distintas paradas y anunciando la hora en que iba a ser enterrado ante la atenta mirada de muchos de sus vecinos y de numerosos turistas que les observaban con curiosidad. No han faltado las figuras bíblicas, los pasos y el sonido de tambores y bombos.

El Santo Entierro en la noche cerrada
La llegada de la noche ha dado lugar a las procesiones del Santo Entierro, las anunciadas en los pregones de la tarde. En Samper de Calanda este Entierro tiene un acto previo muy especial y único. Se trata del Abajamiento o Descendimiento, una representación del momento en que se baja a Cristo de la Cruz y se introduce en la Cama en la que se procesiona. El Cristo en este caso es articulado.

A pocos kilómetros, en La Puebla han procesionado todas las peanas como en Híjar y también en Albalate donde el colofón ha sido la salida a paso ligero de los Alabarderos del interior de la iglesia. En Urrea ha sido la localidad donde más tarde ha comenzado. A las diez de la noche han iniciado el recorrido por sus estrechas calles.