Testigos mudos del paso de los siglos y auténticos monumentos vivos. La comarca del Matarraña llevará a cabo una labor de catalogación de todos los olivos centenarios y singulares del territorio dispersados por los términos municipales de los 18 pueblos matarrañenses. El proyecto se llevará a cabo durante todo este año. Para ello se llevará a cabo un catálogo, que se elaborará con la colaboración de los vecinos. Desde la institución comarcal se hizo un llamamiento para que, quienes deseen de forma voluntaria, indiquen las localizaciones de este tipo de olivos. Se trata de un proyecto que pretende catalogar y poner en valor todos los olivos singulares e incluirá aquellos ejemplares de olivos que destaquen por sus dimensiones, su historia, su fisonomía o su edad. Será un equipo multidisciplinar de expertos conocedores del terreno el que lleve a cabo el grueso de esta catalogación.
El proyecto, cuyo éxito depende en parte de la ayuda vecinal, lo impulsa el Grupo de Acción Local Bajo Aragón-Matarraña. Su objetivo es poner en valor los olivos y su cultivo, base en gran medida de la economía de la zona, y también protagonistas de su paisaje.
Una de las principales amenazan que ponen en serio riesgo la continuidad de estos monumentos naturales es la mecanización de los procesos de recolección de la oliva. Las plantaciones llevadas a cabo en las últimas décadas están ya podadas y diseñadas para ser sometidas a las actuales técnicas con las máquinas vibradoras y paraguas. No así los antiguos olivos que sufren cuando son sometidos a estos procesos y por ello muchos agricultores han optado por arrancarlos ante la falta de rendimiento. Por ello uno de los principales objetivos de este proyecto es fomentar la explotación de estos olivos mediante procesos artesanos y respetuosos con el ejemplar y que además repercutan positivamente en el propietario del árbol. «Tenemos un gran patrimonio que se ha mantenido durante muchas décadas y siglos pero que poco a poco está retrocediendo y nuestro objetivo es preservarlo y ponerlo en valor», explicó Fernando Zorrilla, coordinador de este proyecto.

El Matarraña sigue así la estela de los municipios bajoaragoneses de la cuenca del Mezquín que iniciaron hace varios años la catalogación de los olivos centenarios y, algunos de ellos, milenarios existentes. Pese a que estaba previsto comenzar de inmediato con la catalogación y recopilación de los distintos ejemplares existentes, lo cierto es que la intensa nevada provocada por la borrasca Gloria podría retrasar el inicio de esta labor. De igual modo muchos de los longevos árboles podrían haberse visto afectados negativamente por el gran peso de la nieve que ha provocado graves daños.
Patrimonio amenazado
Los olivares del territorio cuentan con centenares de ejemplares de olivo que atesoran siglos e incluso milenios de historia. Pese a su gran valor natural e incluso científico su supervivencia está más que amenazada por la falta de cuidados y por la mecanización e industrialización de los procesos de obtención del aceite de oliva. «Queremos que la gente conozca el enorme potencial existente y por otro lado pensamos que es imprescindible que los propietarios y agricultores de estas oliveras puedan realizar un aprovechamiento sostenible y rentable», añadió Zorrilla.