El PAR denuncia el mal estado de los dos desfibriladores de la Ciudad Deportiva Santa María de Alcañiz, propiedad del Ayuntamiento. La concejal Beatriz Altaba asegura que no cuentan con todo el material necesario para su correcto uso – y exigido por ley- en caso de una parada cardiorrespiratoria y que tanto el concejal de Deportes, Kiko Lahoz, como el director del Servicio Municipal de Deportes, Carlos Herráez, son conocedores de esta situación desde el mes de julio sin que la hayan corregido.
Concretamente, faltan cánulas orofaríngeas de diferentes tamaños para sujetar la lengua, mascarillas con un filtro para evitar el riesgo de contagio en el boca a boca y parches de adultos de repuesto. En el caso de estos últimos, según la concejal del PAR, tan solo se cuenta con un parche, por lo que en caso de que no pegue bien o, por los nervios del momento, no se rasure antes el pecho y haya que despegarlo, ya no se podría emplear el desfibrilador.
Sin embargo, el concejal Lahoz niega estas acusaciones y afirma que se «cumple la normativa al 100%» aunque no ha querido concretar si cada aparato cuenta con más de un parche. Desde el equipo de gobierno insisten en que se sigue la ley y una empresa se encarga de que funcionen correctamente. Matizan también que los dos aparatos están situados en lugares accesibles en sendos edificios del polideportivo: a la entrada junto a la conserjería y enfrente del bar de las piscinas de verano.
Fue la propia Altaba la que en el último pleno planteó que los desfibriladores no contaban con el material necesario para atender una parada cardiorespiratoria después de que tanto el concejal Lahoz como el director del Servicio Municipal de Deportes ignoraran sus avisos a través de conversaciones en persona, correo electrónico y mensaje de WhatsApp. A Lahoz se lo comentó en julio cuando se compró el desfibrilador de la piscina y a Herráez en octubre. Éste último tiene un correo electrónico de Altaba del 14 de octubre en el que le especifica todo lo que se debe comprar para que los aparatos cumplan la ley.
Un aparato, encerrado en la piscina
No es la primera vez que Altaba alerta de un problema con los desfibriladores. Este verano el Ayuntamiento compró el segundo aparato para colocarlo en la piscina de verano. Sin embargo, en septiembre cuando se cerró la piscina de verano el desfibrilador se quedó en la caseta del socorrista sin que nadie lo llevara a un lugar visible y accesible ya que esta instalación permanece cerrada fuera de temporada. Nadie se percató de la situación hasta que la dio a conocer en el pleno del 7 de octubre la concejal del PAR. Entonces sí se sacó de la caseta y se colocó en un lugar accesible.
Otros casos en el Bajo Aragón
Además, el Partido Aragonés denuncia que muchos de los desfibriladores de los pueblos de la comarca del Bajo Aragón no se podrían utilizar en caso de una parada cardiaca porque cuentan con materiales obsoletos y caducados. En el año 2004 la institución comarcal adquirió estos aparatos y los repartió entre los municipios pero, a día de hoy, «algunos están en activo y otros olvidados» según indica la concejal alcañizana, que es enfermera experta en cardioprotección.