El asentamiento de los terrenos ha provocado un desplazamiento evidente
Nuevo contratiempo en las obras de reforma de la carretera N-232 entre el cruce de Ráfales y el límite de las provincias de Teruel y Castellón. El talud Sur sobre el que se apoya el viaducto, de 300 metros de longitud, se ha hundido varios centímetros provocando un evidente escalón entre la plataforma carretera y las vigas del viaducto.
Al parecer, el hundimiento se habría producido debido al asentamiento del terreno y de la tierra que sustenta y constituye el mencionado talud. El desplazamiento es evidente desde los caminos que dan acceso a las fincas y granjas colindantes. Puede observarse cómo el el talud del flanco Norte del viaducto coincide perfectamente con la viga, pero no así el Sur en donde se observa una diferencia considerable. Asimismo, es constatable cómo las vallas de seguridad se han deformado debido a ese desplazamiento.
Pese a que Fomento todavía no se ha manifestado respecto a la magnitud de la incidencia, distintas fuentes consultadas apuntan a que, si bien son normales los asentamientos de tierras en este tipo de obras, la consecuencia podría ser un nuevo retraso en la puesta en servicio de este tramo de vía hasta que el talud se estabilice y asiente de forma correcta.
Cabe recordar que, tras la reanudación de las obras en mayo de 2015, después de 30 años de parones, el Ministerio de Fomento anunció que la carretera estaría lista en verano de 2017. Posteriormente anunció el final de las obras para invierno de 2018 y, por último, el anterior ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunció que las obras estarían listas en verano de 2018. Pese a que la obra se encuentra muy avanzada, los vecinos comienzan a cuestionan la palabra de Fomento. Además de la incidencia en el viaducto de San Bernardo, todavía quedan pendientes las labores definitivas de asfaltado, señalización vertical y horizontal, pintado y la instalación de guardarailes.
Por su parte los alcaldes de la zona confían en la palabra de Fomento que, al parecer, habría manifestado su intención de que el tramo carretero entre en servicio a finales de agosto. «Las últimas informaciones que nos han llegado es que el Ministerio mantiene la intención de abrir la carretera a finales de agosto», explicó Jose Ramón Guarc, alcalde de Monroyo. En cualquier caso el tramo carretero no se abriría a pleno gas, ya que quedarían pendientes de adecuación distintos detalles como las cunetas, acondicionamiento de algunos accesos.
Segunda incidencia del viaducto
Esta nueva incidencia se produce después de que el viaducto tuviese que ser reparado en febrero tras desplazarse una de sus vigas 9 centímetros. Para ello fue necesario pivotar el viaducto e inyectar hormigón en unos trabajos que llevaron a la empresa adjudicataria, Rover Alcisa, a trabajar día y noche.
El viaducto de San Bernardo tiene 300 metros de longitud y permite salvar el barranco del que toma el nombre a unos 20 metros de altura máxima. Una vez se ponga en marcha permitirá ahorrar a los conductores 550 metros de trayecto evitando 7 curvas, algunas de ellas de más de 90º. Se trata de una de las infraestructuras más espectaculares de todo el recorrido, aunque no la de mayor magnitud. A 12 kilómetros hacia el Norte del mencionado puente, se encuentra el viaducto de la Val de Luna, de 800 metros de longitud y que permitirá evitar hasta 17 curvas, muchas de ellas de 180º. Asimismo el recorrido cuenta con los túneles de Monroyo y la Consolación de 455 metros y 250 metros respectivamente.