Endesa X, línea de negocio de Endesa que ofrece servicios y soluciones para acelerar la innovación e impulsar la transición energética, está desarrollando en Zaragoza su proyecto insignia o «flagship» para promover la electrificación en la provincia y acelerar así la transición energética.
Este proyecto tiene como objetivo mostrar las ventajas y bondades que supone para los clientes electrificar sus usos de la energía, adoptando tecnologías más eficientes y servicios de optimización de consumo que permitan un mayor ahorro y les haga ser más sostenibles. Esto se extiende tanto a clientes residenciales como a empresas e instituciones para hacer de la provincia un referente a nivel mundial en transición energética y descarbonización.
¿Qué es la electrificación?
La definición de electrificación es fundamental para comprender la dimensión del cambio que introduce en la experiencia tanto para la empresa como para los clientes.
La definición de electrificación corresponde al proceso de sustitución de aquellas tecnologías que usan combustibles fósiles (como el carbón, el petróleo y el gas natural) por otras que funcionan a partir de electricidad en todos los sectores. Otra forma de definir qué es la electrificación es plantearla como un modo de descarbonizar el consumo final de energía en el transporte, los edificios y la industria. Con electrificación en usos productivos, nos referimos al uso de electricidad para proveer servicios que antes se abastecían de otras fuentes de energía, como los combustibles fósiles.
La electricidad se encuentra en el centro de esta transición, ya que introduce a las personas, empresas e instituciones en el nuevo paradigma, y les ofrece nuevos servicios y soluciones con un alto grado de tecnología, eficacia y accesibilidad. La electrificación de la demanda es el aumento del uso de la electricidad por parte de hogares y empresas, y permite reducir el uso de tecnologías que emiten CO2.
La electrificación supone:
- El uso de electricidad en servicios que antes se abastecían de otras fuentes de energía (por ejemplo, movilidad, calefacción, producción)
- Un aumento del consumo de electricidad asociado a su mayor implantación
- La sustitución de la electricidad generada con combustibles fósiles por electricidad generada a partir de fuentes renovables
- La apertura o implantación de nuevos mercados, ámbitos y usos para la electricidad (industria, transporte)
- Desarrollo tecnológico para el uso de la electricidad como factor en lugar de otras fuentes (gas y combustibles)
La electrificación dará energía y forma a un círculo virtuoso que:
- Permite sustituir los combustibles fósiles utilizados para el suministro de servicios, empresas, movilidad y uso doméstico
- Aplica avances tecnológicos innovadores que tienen como consecuencia que el uso de la energía sea cada vez más accesible y generalizado
- Acelera la digitalización de los servicios, para que el uso de la electricidad sea cada vez más eficiente
- Fomenta el desarrollo sostenible mitigando el cambio climático, reduciendo las emisiones, los costes y el consumo, con beneficios económicos y ambientales.
El Grupo Enel -al que pertenece Endesa- y a través de Endesa X en España, está desarrollando tres proyectos de electrificación en todo el mundo. A esta iniciativa de Zaragoza, focalizada en el sector industrial y donde se desarrollarán nuevos modelos de negocio y soluciones para conseguir un «sector industrial electrificado y descarbonizado», se suman la isla italiana de Cerdeña, con un proyecto centrado en acciones de descarbonización, encaminadas a transformar la isla en una «Isla Verde», basada en los edificios y la movilidad eléctrica; y Santiago de Chile donde se están dirigiendo los esfuerzos para que sea una «ciudad sostenible de alto crecimiento», con gran potencial en movilidad eléctrica y minería verde.
El Grupo Enel es líder de la transición energética que se está produciendo a escala mundial y en el contexto local, mediante la transformación del uso y consumo y los modelos de negocio. Hasta 2030 Enel tiene previsto invertir en todo el mundo 210 mil millones de euros para acelerar la consecución de los objetivos de electrificación y de descarbonización del Grupo, alcanzando un total de capacidad renovable de aproximadamente 154 GW, triplicando el porfolio actual. Un crecimiento tan importante hará posible remplazar los combustibles fósiles en diferentes usos: edificios, procesos industriales y transporte, y, por lo tanto, acelerar la transición energética, la electrificación de la economía y la independencia energética.
Endesa X ha elegido Zaragoza para desarrollar esta apuesta por la electrificación por contar con una economía basada en la industria, centrada en la innovación y con un gran potencial de descarbonización de procesos y del transporte. También gran potencial para la implementación de vehículos eléctricos, tanto en el ámbito privado como público. Además, tiene un consumo mayoritariamente térmico con potencial de reducción de consumo de combustibles fósiles. Es una de las provincias con mayor penetración de gas natural. El potencial de electrificación a 2030 para Zaragoza es aproximadamente de 1,0 TWh, impulsado principalmente por la industria (0,5TWh) seguido del sector transporte y la electrificación de los edificios residenciales.
La provincia de Zaragoza se caracteriza con una mayoría de viviendas plurifamiliares, con en torno a un 76% del total de las viviendas. Su principal fuente de combustible es el gas, con una cuota de alrededor del 47% de los hogares (otros: 21% gasóleo, 10% gas butano, 3% biomasa), lo que supone un mayor reto para su electrificación. Además, el 33% del total de los hogares zaragozanos dispone de sistemas centrales, ya sean de agua caliente sanitaria, calefacción o ambos.
La electrificación en el hogar
Asimismo, cabe destacar que la electrificación permite otra manera de generar energía y cuidar el planeta, utilizando tecnologías como la aerotermia, la energía solar fotovoltaica y la movilidad eléctrica.
La aerotermia es una tecnología que aprovecha la energía contenida en el aire para producir calefacción, refrigeración y agua caliente, eliminando las facturas de gas y reduciendo las de electricidad. Es una energía natural, renovable e inagotable.
Para calentar la casa, las bombas de calor aerotérmicas absorben el calor del aire exterior a través de un gas refrigerante, y lo transmiten al interior de la casa. Por eso pueden generar calor incluso cuando la temperatura exterior sea de 20 grados bajo cero. Cuando se necesita refrigerar la casa funciona a la inversa: extrayendo el calor del interior para generar frío.
La aerotermia es un sistema de climatización sostenible: a diferencia de una caldera convencional, no consume gas ni ningún otro tipo de combustible fósil, sólo un mínimo de electricidad, mientras que las calderas tradicionales utilizan fuentes de energía, como el gas o el petróleo, que tienen un precio cada día más alto. Por todo ello, la aerotermia es un equipo de alto rendimiento que facilita que un hogar sea más confortable, más sostenible y con el que el cliente puede ahorrar durante todo el año.
Como solo precisa de electricidad para su funcionamiento, genera cero residuos, cero ruidos y cero emisiones a la atmósfera; además, no requiere de mantenimiento. Con la aerotermia la energía que se necesita para calentar o bajar la temperatura de un hogar proviene de dos fuentes: el 25% del suministro eléctrico y el 75% del aire exterior; es decir que, con este sistema, como se consume la cuarta parte de energía, se puede conseguir hasta un 75% de ahorro en la factura energética.
Además de la aerotermia, se puede tener un hogar más sostenible -y completar la capacidad de autoconsumo- instalando placas solares en tu tejado. La energía solar fotovoltaica es un tipo de energía limpia, renovable e inagotable, ya que se produce al convertir la luz solar en electricidad, lo cual permite el autoconsumo eléctrico del hogar.
Una instalación solar fotovoltaica permite disponer de toda la electricidad necesaria para iluminar una casa y para que funcionen los aparatos y electrodomésticos. Para disfrutar de esta energía es necesario tener instalados unos paneles solares y un inversor.
Cuando el sol incide sobre las placas, éstas generan energía que se transforma en electricidad gracias al inversor y que ya está lista para usar. Si esa instalación produce más energía de la que se necesita para el consumo se puede instalar una batería que permita acumularla.
De esta forma, esa energía se puede usar cuando la producción de las placas se reduce. Por ejemplo, cuando está nublado o hay sombra en los paneles. Si no se quiere instalar una batería, la energía eléctrica que no se consume se volcará en la red principal y la compañía energética pagará por ese excedente. Y, al contrario, si en algún momento el cliente necesita más energía de la que produce, puede cogerla de la red.
Al ser una instalación para autoconsumo, cuando un hogar consume la energía que produce no tiene que pagarla y cuando necesita consumir de la red, tendrá una tarifa especialmente diseñada para sus necesidades con la que se puede ahorrar hasta un 40%, tanto de día como de noche.
Un tercer paso para tener una casa aún más sostenible es instalar un punto de recarga y usar en tu vehículo eléctrico la energía generada por las placas solares.
Incluso sin tener la necesidad de instalar placas solares, contar con un punto de recarga en tu hogar, tiene multitud de beneficios, como por ejemplo: es más práctico y cómodo recargar tu coche en casa que en la vía pública, podrás hacerlo por la noche que, además, es más económico, y no interferirá en tu estilo de vida ni en el uso del resto de electrodomésticos en casa, ya que, gracias al balanceo de potencia se puede ajustar la potencia del punto de recarga en función del consumo de la vivienda para no superar el consumo en tu hogar y ahorrar en tu factura. Esto nos permite mantener la potencia contratada, evitar cortes y ahorrar en la factura de la luz. Si necesitas cargar el coche en tus viajes o desplazamientos, siempre tienes a tu disposición una amplia red de puntos de recarga públicos como los de Endesa X Way.
La descarbonización de la industria: el caso del sector cárnico en Aragón
Asimismo, la descarbonización es hoy el eje de la competitividad empresarial y la electrificación, la palanca para conseguirlo. Un proceso que ya ha comenzado en la industria española y que ha pasado de ser una opción a ser una necesidad, pues no descarbonizarse sale caro.
El complejo cárnico supone entre el 6-7% del PIB y del empleo total de Aragón. Todo el sector agroalimentario significa más del 10% del PIB y del 12% del empleo, por lo que se ha convertido en uno de los motores de la economía de la Comunidad y como tal, ha de ser ejemplo de sostenibilidad y apostar por la descarbonización.
El cárnico es un sector que demanda un alto consumo energético, destinado tanto a los procesos de frío industrial para mantener una temperatura adecuada en la conservación de los productos como a la generación de calor para los distintos procesos de producción: desde procesos de secado (por ejemplo, secadero de jamones, etc.) escaldado o chamuscado hasta la producción de agua de limpieza para garantizar las condiciones higiénicas necesarias del producto final.
Tradicionalmente este calor se ha producido con calderas de vapor, con el gas natural como fuente de energía, distribuyendo el vapor generado a lo largo de las distintas zonas y procesos de planta, transformándose en agua caliente a la temperatura de uso necesaria en cada uno de los procesos. Hasta hoy, el uso del gas natural en el proceso productivo del sector cárnico se ha basado por un lado en los bajos precios de los combustibles fósiles y por otro en una limitación tecnológica, al no existir alternativas a los combustibles fósiles para la producción de calor a temperaturas mayores de 50ºC.
La evolución en los últimos años de las bombas de calor permite hoy la producción de agua caliente a temperaturas de hasta 90ºC, siendo desde un punto de vista energético la opción tecnológica más eficiente: hasta un 600% más que una caldera de gas. En el plano económico, el retorno de la inversión con precios de 2020 estaba en torno a 4-5 años, reduciéndose a 2-4 años en el actual escenario de precios de gas y electricidad (dependiendo de cada instalación).
Técnicamente, para demanda de temperaturas de hasta 55ºC, la bomba de calor puede hacer uso del ambiente exterior para la condensación, obteniendo buenos rendimientos incluso en invierno. Cuando la demanda de temperatura de uso es superior, se necesita disponer de un foco de calor, que será utilizado por la bomba de calor para producir agua hasta 90ºC con unos altos rendimientos.
Y es en este punto en el que el sector cárnico apostar por la electrificación de su proceso productivo, con la bomba de calor como tecnología base, tiene mejor recorrido que en otros sectores, al contar con un foco de calor en su propio proceso productivo. ¿Dónde? En la condensación de las propias enfriadoras ubicadas en las plantas de producción para mantener refrigerado el producto final. Así, no solo se consigue producir calor del modo más eficiente y rentable con la bomba de calor, sino que además se consigue mejorar el rendimiento del sistema de producción de frío.
Apostar por la electrificación, asegura la sostenibilidad ambiental y económica del sector cárnico a largo plazo, pues la electrificación es la palanca principal para conseguir reducir y, en último término, eliminar la huella de carbono. Año a año, la generación con fuentes 100% renovables crece en el mix energético, por lo que electrificar la demanda energética es ya la mejor opción para iniciar la descarbonización del sector cárnico.
Conseguir un sector neutro en huella de carbono, es hoy posible. Además de la electrificación de los procesos productivos, soluciones como el autoconsumo solar fotovoltaico (junto con el almacenamiento de la energía no auto consumida en el momento de su generación para utilizarla en otro momento), la gestión de la venta de la energía sobrante producida por la planta a través de un PPA (con el que la empresa se asegura una estabilidad en el precio de la energía no autoconsumida) y el asegurar que la energía restante necesaria para los procesos productivos de la empresa sea suministrada con garantía de origen renovable, son medidas que acercan al sector al objetivo de ser neutro en huella de carbono.