Joaquín nos abre la puerta de su casa sigilosamente y con una sonrisa un día cualquiera de finales septiembre. Era un día nublado que avisaba de que el verano estaba llegando a su fin. A pesar del tiempo triste y melancólico y de la situación que vive su pueblo natal, Caspe, con la propagación del coronavirus, él se muestra feliz de recibir visitas. Hacemos la entrevista en su estudio de arte: grande, amplio, lleno de cuadros terminados o a medio finalizar, diplomas y carteles de exposiciones artísticas en las que ha participado, y con un olor permanente a pintura.
Explica que se transformó poco a poco en ‘Feguars’ hace 40 años, aunque fue hace 25 cuando comenzó a pintar de manera profesional. Muestra orgulloso una publicación que hizo el periódico de LA COMARCA en 1999, en la que ya se hablaba de su trabajo. Entonces comentaba que había pintado 150 obras. Desde entonces y hasta hoy ha ampliado su colección en 387 pinturas.
Es inevitable hablar del covid-19 en cualquier situación. Feguars cuenta que el virus ha hecho de las suyas también en su caso. «Ahora estaría exponiendo en Jaén dentro de una ruta artística que estaba realizando por España», comenta. Su última exhibición tuvo lugar en León a finales de enero. Desde ese momento, se encerró en su casa en Caspe a pintar y reflexionar sobre la pandemia y la vida. «La cultura no ha salido bien parada de todo esto. Vemos cómo no se está ayudando suficiente a todos los ámbitos culturales, y esto es un error», opina el pintor caspolino.
La solución, según Feguars, empezaría por separar política y cultura. «Habría que apostar más por los dinamizadores culturales en todas partes, ellos tienen pasión y creen en lo que hacen». Esto a su vez, explica, ayudaría a inspirar a las nuevas generaciones para que se interesaran en facetas como el arte.
Larga trayectoria artística
Está claro que por la sangre de Feguars corre el arte, la música y la literatura. Comienza su aprendizaje en la Escuela Municipal de Arte de Caspe y sigue, posteriormente, su formación de manera autodidacta. Tuvo una etapa surrealista que duró más de 4 años realizando más 50 cuadros y estudiando a pintores como André Bretón, Max Ernst, Miro, Ives Tan-guy, Chirico, Paul Delvaux y sobre todo a Dalí.
El impresionismo abstracto llegó cuando se dedicó por completo a la pintura hace más de 25 años. Tras la etapa surrealista le interesaron Paul Klee, Malévich, Vasarely, pero el pintor que más le influyó fue Kandinsky, sobre todo por sus teorías de la relación entre la música y la pintura. Ha participado en certámenes de exposiciones nacionales y en más de 220 exposiciones individuales y colectivas en España y en el extranjero (Italia, Francia, Reino Unido, Alemania, Irlanda, Suecia, Finlandia, Bélgica, USA, Argentina y Japón, entre otros). A medida que le iban premiando las obras aumentó su ánimo de seguir con ese impresionismo abstracto.
Feguars lamenta los fallecimientos de grandes personajes y amigos como el cantautor Luis Eduardo Aute, el compositor Ennio Morricone, y recuerda la reciente pérdida de Joaquín Carbonell. Muchas de sus obras están inspiradas por sus canciones. El arte le acercó a ellos. Tanto es así que incluso al mismísimo Morricone le llegó una de sus láminas favoritas . «La verdad es que es todo un honor que le gustara mi obra, inspirada por su gran composición ‘Gabriel’s Oboe’ para la conocida película de la Misión», comenta el artista.
En sus pinturas se pueden encontrar otros muchos temas muy famosos como la canción ‘Imagine’ de John Lenon o el ‘Himno a la alegría’ de Beethoven. Pero sobre todo las pinturas de Feguars beben de muchos cantautores españoles como Aute, Labordeta, Carbonell, Serrat, Pablo Guerrero, Víctor Manuel, y recientemente Joaquín Sabina. A las pinturas también le acompañan textos, especialmente poesía.
«Pintar estas obras es una manera de desnudarme, de mostrar todo lo que me ha acompañado durante mi vida, la música que me ha transmitido tanto, y eso espero que sientan los que las miran».