Tras una primera intervención, la iglesia de Azaila presenta una entrada más segura al haberse reparado el arco.
En julio, los focos de atención volverán a centrarse en la iglesia de Azaila. Las fiestas de Santa Ana y Santiago serán el motivo por el que decenas de vecinos se reunirán como cada año en el templo y festejarán los actos centrales en la plaza.
El templo es uno de los edificios que más cuidado precisa de la localidad más allá de fiestas y fechas señaladas y, tratando de subsanar lo más urgente, a finales del año pasado se intervino en la parte baja de la fachada. Con un convenio de colaboración entre la DPT, el Arzobispado de Zaragoza y la Obra Social de Ibercaja, se destinaron 25.000 euros para actuar en las partes más dañadas.
Una de ellas estaba en la puerta de entrada donde el arco presentaba numerosos desperfectos con cascotes desprendidos. Era lo más peligroso ya que por debajo debía pasar la gente. Ahora el arco está recuperado y el objetivo en este momento es continuar rehabilitando hacia la parte superior de la fachada.
«Lo más urgente se hizo y la idea es continuar pero debemos esperar a que la Diputación apruebe las nuevas líneas de ayuda», explica el alcalde, Adolfo Tesán. En anualidades anteriores estas ayudas se invirtieron en acondicionar las piscinas y ampliar el cementerio. «Veremos qué nos corresponde este año y pensaremos cómo continuamos», añade.
El peligro está eliminado pero quedan cosas por hacer en el templo. Uno de los aspectos que preocupan es la reposición de la veleta que se rompió hace años, además de eliminar peso del nido de la cigüeña de lo alto de la torre. No obstante, para esto último habrá que aguardar a que la pareja que ya lo habita inicie su viaje migratorio. Mientras tanto, los tejados se repasan con asiduidad para detectar posibles goteras.
Ayuda de los vecinos
El templo se levantó entre los siglos XVII y XVIII y se dedicó a Nuestra Señora del Rosario. En 2012, y por iniciativa vecinal, comenzó una campaña en redes sociales para recaudar dinero y arreglar el interior. Se invirtieron 25.000 euros de los que 17.000 llegaron por donaciones.
Se recuperó la sacristía y varias capillas. El Ayuntamiento se ocupó de realizar varias obras como las tomas de boca, el lavabo y el baño. En los últimos días también se han ocupado de tapar huecos en la fachada para impedir la entrada de palomas al interior.
*Más información en la edición impresa