ABATTAR cumple 40 años y comenzó octubre con la celebración del aniversario y como sede del congreso de Aragón sobre rehabilitación de adicciones. Su presidente, Manuel Martín, analiza el último año y los efectos de la pandemia que ha hecho incrementar el número de ingresos en la asociación con sede en Andorra. Martín considera clave la implicación de la sociedad civil para atajar las adicciones a diferentes consumos, un problema de salud que tratan en las terapias de la agrupación desde los años 80.
¿En qué punto está la asociación tras la pandemia? ¿Cómo ha repercutido en nuevos ingresos?
En estos dos años de parón no hemos tenido terapias grupales pero sí hemos hecho vía online. Ha habido un repunte porque con la pandemia se ha visibilizado el consumo que se hacía en los bares y que se ha trasladado a los domicilios. Eso ha despertado una voz de alarma porque si una botella duraba dos meses en casa, en pandemia se ha esfumado en una semana, así que, algo pasa. El consumo ha continuado, no ha descendido, y eso se ha traducido en que este año hemos notado mucho incremento en petición de ayuda para iniciar el tratamiento. Hay gente de una edad joven. Parejas que empezaron con el consumo de una manera lúdica siendo jóvenes y que no lo han dejado al casarse ni al tener familia a pesar de prometerse que lo harían. Nos encontramos a muchos padres que están pagando gastos de la casa de esos matrimonios. En lo que llevamos de año llevamos 63 ingresos, que es mucho en relación a otros años, y esperamos más en los meses que quedan.
¿Cómo ha sido la evolución de atenciones?
Si nos centramos en la última década, en 2010 teníamos 615 socios, en 2021 eran 955 y ahora estamos en más de 990. Que venga más gente se debe también a que la gente está más concienciada. También influye la coyuntura social y económica porque hay mucha gente en ERES o despidos. El problema de las adicciones, sea el consumo que sea, es que no entra el dinero pero continúa el gasto y ahí es donde se ve el problema.
¿Se ha ganado en concienciación y en visibilización?
Sí, aunque queda mucho por recorrer, ese estigma tan grande que había lo estamos superando y las personas que tienen un problema de adicción quieren solucionarlo. Y es que se trata de eso porque estamos hablando de un problema de salud.
Decían en el congreso que les ha beneficiado estar en el medio rural. ¿En qué sentido? A veces querer preservar el anonimato juega en contra.
El anonimato en esta problemática no existe. Se trata de estar orgulloso de haber tomado la decisión de rehabilitarse y es lo que tenemos que transmitir al paciente que pide ayuda. Esto no va de secretos u oscurantismo y a veces la sociedad se equivoca, porque el problema no es que una persona beba mucho o poco, el problema son las consecuencias que se generan por ese consumo. Eso es lo que te trae a ABATTAR. Una de las frases que más empleo es que aquí todo el mundo viene voluntariamente obligado en el sentido de que son las consecuencias negativas que le ha generado ese consumo lo que le ha traído aquí. Hasta que no se ve desde ese punto de vista no hay arreglo.
Si comparamos la percepción social que se tiene del tabaco y del alcohol, este consumo se sigue aceptando socialmente.
Hace años, cuando se hizo la campaña del tabaco desde el plan nacional sobre drogas, se hizo desde tres prismas y con tres objetivos. La primera que en las cajetillas salieran imágenes y las leyendas ‘El tabaco mata’. No funcionó y pasaron a separar zonas de fumadores, algo que tampoco funcionó. Solo fue efectiva la campaña cuando se involucró a la sociedad civil, algo que no ha sucedido con el alcohol. Salió la figura del fumador pasivo y sí se consiguieron los objetivos porque “tu tabaco me está matando a mí”. Si ofreces un cigarrillo y te dicen que no, todo son felicitaciones pero con el alcohol no sucede. Para rechazar una copa tienes que dar 70.000 explicaciones y si eres mujer tendrás que dar más y aclarar que no estás enferma ni embarazada. Lo normal tendría que ser no beber pero estamos en una sociedad donde el alcohol está ya en nuestros ancestros. Los botellones se podrán prohibir pero es que llega el verano y te encuentras con el gran botellón de San Fermín, con el de la Vaquilla… Jóvenes que te dicen que “si no voy a beber no salgo” y dices eso es que estás dependiendo de una sustancia. Tienen que pasar muchos años para que la sociedad se conciencie. En el congreso se ha hablado del bebedor pasivo, del co-adicto, pero queda mucho por hacer.
Se han incrementado las ludopatías. ¿Afectó el confinamiento y todo el entorno online?
Yo soy de los que piensa que la casa de apuestas la llevamos en el bolsillo con el móvil. Somos una sociedad que nos enganchamos muy fácil a cualquier cosa que suba la autoestima y ahí están las redes sociales también. Las miramos para recibir ‘me gustas’, algo que vemos como un triunfo y que nos engancha. O los videojuegos, en cuanto ya nos cansan son una entrada a otros mundos.
¿Cómo se trata todo esto en ABATTAR?
Atendemos las adicciones todas por igual, en una terapia no sabes qué problema tiene la persona que habla. Entendemos la adicción como algo que tiene unas consecuencias que hay que tratar. Lo más efectivo es el cambio de hábitos, salir del escenario de consumo y trasladar todo lo positivo de tu vida fuera de ese marco y hacer una vida completamente nueva.
Jose Luis del Valle-Iturriaga dice
Mis felicitaciones por esta gran aportación a la sociedad.
Abattar dice
Muchísimas gracias, desde ABATTAR
Ra.. dice
Mi enhorabuena y gratitud, por el trabajo que realizáis, seguir así.