La Comarca del Maestrazgo continúa con las actuaciones de restauración de los elementos patrimoniales. El Área de Patrimonio se centrará en breve en Bordón, concretamente, en los trabajos de restauración de las grisallas de la ermita del Calvario de la localidad, uno de los pocos espacios de pintura mural que existen en la comarca. Este conjunto de grisallas datan del siglo XVI, y constituyen una muestra de gran valor patrimonial y artístico centrada en escenas religiosas.
Las pinturas a restaurar no están demasiado degradadas a pesar de que no disponían de cerramiento, por lo que los trabajos se centrarán en restaurar algunas policromías destacadas del muro. Del proyecto, como viene siendo habitual, se encargarán los restauradores de la Fundación Santa María de Albarracín. Será financiado mayoritariamente con fondos de la institución comarcal destinados a este tipo de actuaciones. En este caso el coste asciende a los 7.000 euros. «En un par de semana cuando pase el problema de la nieve, el equipo de restauradores irá para allá y se iniciarán los trabajos», explicó Sonia Sánchez, técnico de Patrimonio de la comarca del Maestrazgo.
Las pinturas existentes en la ermita de Bordón guardan una estrecha relación con las descubiertas ya hace unos años en el Convento de Mirambel que son visitables. Ambas obras de arte representan coreografías pasionistas, vinculadas a la Pasión de Cristo. En la actualidad la ermita de Bordón está dedicada a la celebración de San Antón, fecha en la que se realiza la tradicional subida al Calvario. «Ese día es importante va mucha gente y el conjunto merece mucho la pena», puntualizó Sánchez .
Espacio devocional del siglo XVI
Las pinturas se encuentran dentro de una cripta abovedada que dispone de dos accesos, en los extremos izquierdo y derecho de la ermita, bajo el altar mayor. El orden y la disposición de las escenas permiten una experiencia visual y simbólica de la obra de arte mediante un recorrido al que se puede acceder por el lado derecho y que finaliza saliendo de la ermita por el lado izquierdo.
El recorrido permite contemplar diferentes escenas religiosas. «En la bóveda hay un espacio que parece preparado para colocar una escultura en bulto del sepulcro de Cristo, y a partir de ahí empiezan las pinturas con las tres Marías mirando el sepulcro, grandes soldados, cabezas de ángeles o el Huerto de los olivos, entre otras. Son muy interesantes y cuando sea restauradas serán muy vistosas», recalcó Sánchez. La institución da así un paso más en la restauración y consolidación de su patrimonio artístico.