El intento de repoblación para salvar el colegio de Alacón llevado a cabo hace un año no ha dado los resultados esperados a medio-largo plazo. Finalmente la escuela de la localidad cierra sus puertas este presente curso escolar 2022-2023 por falta de alumnos. La iniciativa impulsada por Apadrina un Olivo junto a al Ayuntamiento de Alacón resultaba esperanzadora. La asociación impulsó la llegada de una familia numerosa con 8 hijos ofreciendo un puesto de trabajo en el campo para nutrir la conservera local, lo que en un principio permitió aportar alumnado a la escuela que ya estaba en peligro de cierre por entonces. Así, en el anterior ejercicio académico 2021-2022 se logró mantener abierta la escuela con 6 alumnos: cuatro hermanos de la familia recién llegada y dos hermanos de otro núcleo familiar residente en el pueblo.
Sin embargo, un año después, la familia recién llegada decidió marcharse a la localidad de Cuevas de Cañart el pasado mes de agosto, tras haber fracasado la colaboración entre ambas partes. «La familia no se ha adaptado al puesto de trabajo y tuvimos algunas incidencias», explicó Alberto Alfonso, uno de los responsables de Apadrina un Olivo. «Parece ser que ahora ya tenemos competencia entre los pueblos de Teruel para salvar escuelas», lamentó. Tras su marcha, la escuela de Alcaón se quedó solo con dos hermanos, cuya familia decidió finalmente su traslado a la escuela de Oliete, a cuatro kilómetros de distancia, donde pueden compartir su día a día con otros 14 niños, sumando un total de 16 escolares. «Lo hemos intentado de todas las maneras y de momento no hemos podido hacer nada para evitar el cierre. Es lo ultimo que querríamos pero es una situación muy complicada«, lamentó a su vez el alcalde de la localidad, Ricardo Alquézar.
Apadrina un Olivo junto al Consistorio ya está trabajando en la búsqueda de nuevos pobladores: una familia «que cumpla con las condiciones requeridas» y que «apueste por el medio rural». Ya ha publicado a través de la Asociación contra la Despoblación dos vacantes de trabajo disponibles: una para un agricultor que se encargue del cultivo de hortalizas en el huerto y otro puesto de trabajo en la misma conservera local.
De hecho, en las últimas semanas ya se ha entrevistado a dos familias procedentes de Gerona y Alicante, respectivamente, pero no se ha llegado a un consenso, al no encontrar los perfiles adecuados. «Tenemos las vacantes de empleo, lo que hace falta es encontrar a esas familias que realmente estén convencidas de vivir en el medio rural y que crean en el proyecto, y hacerlo sin prisas. Debemos de evitar personas que lo único que buscan es una vivienda gratis o salir de una situación de emergencia. No se puede repoblar a cualquier precio», recalcó Alberto Alfonso. Lo cierto es que la entidad lleva ya 9 años colaborando con diferentes familias y persiguiendo su objetivo de, además de generar actividad económica, contribuir al mantenimiento de los servicios básicos, como es el caso de la educación en el medio rural.
«Somos críticos con los Ayuntamientos que crean un puesto de trabajo ficticio para mantener una escuela abierta», recalcaron desde Apadrina un Olivo. Es por eso que el proyecto ‘Mi huerto’ con la conservera de Alacón persigue una actividad económica «de largo plazo». Trabaja en la producción de puerros, pimientos y alcachofas permitiendo además la recuperación de huertos abandonados, para así generar riqueza y dinamismo. «La industria está funcionado, los productos tienen mucho éxito. Solo nos falta dar con el perfil adecuado que seguro que lo conseguiremos», recalcan desde Apadrina un Olivo. Ahora mismo la conservara desarrolla su actividad con tres trabajadores fijos y uno temporal. De de gestión de la huerta se encarga por el momento el equipo de campo de la entidad, las mismas personas que se dedican a cuidar el olivar. «Nosotros hacemos lo que está en nuestras manos, ofrecer un puesto de trabajo que no es poco».
Por lo pronto, se espera que el cierre del colegio de Alacón sea «temporal», solo por este curso académico, con la esperanza de encontrar a nuevos pobladores «comprometidos». Desde el Ayuntamiento reconocen «la dificultad» de atraer a nuevas familias, teniendo en cuenta que la localidad no cuenta con vivienda disponible y muchas de ellas buscan que se les cubra este gasto . «No sabemos si las familias se puedan adaptar a ese alquiler. No tenemos ninguna subvención para sufragar los gastos», explicó Ricardo Alquézar, quien destacó que el Consistorio tampoco tuvo «tiempo material» de encontrar a nuevos pobladores y determinar las condiciones de su instalación para salvar la escuela.
El Gobierno de Aragón mantuvo hasta el último momento las plazas vacantes en la escuela de Alacón, ante la posibilidad de llegada de nuevos niños, caso que finalmente no se ha dado.
Que vengan ya; el vino en sus cuevas es estupendo…!
Es normal que se vayan.vienen por su interés arreglar papeles y adiós.
En todos los pueblos pasa lo mismo se os ríen culpa de los pueblos
Ya eran españoles, i**écil. No hables de lo que no sabes.
Se van normalmente porque los engañan,o se engañan mutuamente,los que vienen son vulnerables porque vienen cómo última solución a su desesperación y los que los reciben cómo última esperanza de sostener un imposible.Es todo una mentira de cabo a rabo,mientras vayan dando subvenciones pués seguimos jugando y a por los próximos que igual éstos son la salvación.Que panorama!!!!