DGA aliviará la movilidad de maestros del 75% ofreciendo plazas por tres años. Alcañiz y Caspe solucionarán problemas de espacio con barracones
En 10 días volverán a las aulas los más pequeños en un curso que comienza con algunas novedades para los colegios rurales. Con el nuevo curso arranca también el plan de estabilización de interinos. Es uno de los grandes retos y una de las medidas del Gobierno de Aragón por la que los maestros que hayan solicitado plazas en determinados centros denominados de «difícil cobertura» permanecerán tres años en su plantilla. Pretenden así poner fin a una realidad: que el 75% de los maestros cambian cada curso en la escuela rural, aunque esta nueva catalogación deja a varias zonas fuera.
CRAs como el Ariño-Alloza, el Somontano Bajo Aragón o el Tastavins, entre otros, iniciarán el curso con prácticamente todo el claustro fijo para tres años.
En el CRA Somontano Bajo Aragón, -el más grande de la provincia con siete aulas-, de 16 plazas y media tendrán 15 fijas para tres años. Antes solo eran 6 y el resto cambiaba cada año. «Siempre hay ilusión, pero ahora más porque además tendremos a seis niños nuevos de tres años en Berge, algo que sí que es excepcional», dice el director, Carlos Latorre.
Ilusión compartida en el CRA Tastavins, donde además mantienen el aula de La Cerollera con 4 niños. Este año, de 17 profesores, serán 12 fijos. «Estamos muy ilusionados, una vez que nos coordinemos ya podemos trabajar tres años sin tener que empezar cada septiembre de cero», valora la directora, Cira Bel.
En el CRA Ariño-Alloza también mejoran ya que pasan de ser 3 definitivos a 10 de una una plantilla de 12 profesores. «También será nuestro primer año de implantación de Tiempos Escolares, y creo que será beneficioso empezarlo todo a la vez», comenta la directora del centro, Isabel Rodrigo. La sensación es idéntica en estos centros pues se ha atendido una reivindicación histórica como es la estabilidad entre el profesorado para poder trabajar mejor en los proyectos de innovación de un año para otro.
No obstante, muchos centros deberán seguir trabajando como hasta ahora. Es el caso del CRA Algars por ejemplo, que aunque se contempló como centro de difícil cobertura se quedó fuera por los criterios de tipos de plaza. Contarán con una veintena de profesores pero solo seis fijos para dar clase a 130 alumnos divididos en una decena de aulas en 4 pueblos. «No sé si los criterios se modificarán o qué pasará en el futuro pero nosotros trabajaremos como siempre, con la misma ilusión con los alumnos», explica la directora, Amaia Alquézar.
En el IES Segundo de Chomón de Cantavieja, incluido en el grupo más alto de difícil cobertura con más del 75% de interinos, tendrán dos plazas fijas de una docena. «Tenemos mucha media jornada porque, efectivamente, a la gente le cuesta venir aquí y por eso somos de difícil cobertura. De hecho, hay años que incluso la plaza de francés se ha cubierto en noviembre», cuenta el secretario de la dirección, José Romeo, que también se mostró expectante sobre el futuro de este plan. Las valoraciones del nivel de implantación de esta medida y de su eficacia desde el departamento de Educación de DGA se harán «más adelante», con el curso avanzado. No obstante, hoy ofrecerán una primera estimación general de previsiones de la inminente vuelta al colegio.
A este respecto, desde la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Aragón (FAPAR) reclamaron ayer al Gobierno de Aragón que retome el programa de gratuidad de los libros de texto que suprimió el anterior Ejecutivo. «Medidas como la venta de libros de segunda mano o los bancos de libros hacen que la vuelta al colegio no sea tan gravosa para las familias», dijo la secretaria técnica, Mª José Izquierdo. En la web de Fapar existen manuales y consejos para un consumo responsable.
Valoran «el impulso del Autonómico por mantener las aulas con tres y cuatro niños como medida contra la despoblación» y, respecto al personal docente, esperan que medidas como el plan de interinos funcionen.
Barracones en Alcañiz y Caspe
Otro punto relevante de la puesta a punto del inicio escolar reside en las infraestructuras. En este sentido, parte de los alumnos del colegio Alejo Lorén de Caspe, que cuenta con 500 estudiantes, seguirán en los barracones, al menos, hasta Navidad. El departamento de Educación de DGA ha adjudicado por más de 335.000 euros las obras de ampliación (cinco aulas, tres baños y tres despachos) que se levantarán en la tercera planta del centro que ahora cuenta con planta baja y primera. Desde el departamento prevén que las obras comenzarán antes de que termine septiembre para que los alumnos «puedan estrenar su aulario en el primer trimestre de 2019».

Desde el centro celebran que, al fin, se recobre la normalidad. «Contamos con la colaboración del Ayuntamiento que nos cede espacio de la residencia y desplazamos a los alumnos de 5º y 6º de Primaria, ya que mientras duren las obras, parte del edificio queda inhabilitado», dice Alberto Miranda, que se estrena en el cargo de director. «Este año completamos las tres vías ya que el colegio ha ido aumentando en número de alumnos», añade.
Con dos aulas prefabricadas solventarán de forma provisional problemas de espacio también en Alcañiz. Será en el IES Bajo Aragón, que en unos días recibirá a las promociones de bilingüe procedentes de los colegios Emilio Díaz y Juan Sobrarias, que implicarán una vía más. «Están totalmente equipadas y no serán aulas de referencia para ningún curso sino que por ellas pasarán desdobles o clases de apoyo. Hay muchas optativas y se dan muchas asignaturas al mismo tiempo», explica la Jefa de Estudios, Sandra Prats. Desde Educación recuerdan que para los alumnos de enseñanza bilingüe que están pasando a Secundaria, la ratio es de 15 alumnos. Es más baja que en la modalidad ordinaria donde se fija entre 24 y 25, por lo tanto, «se necesitan más aulas».
Para este centro, y tal y como se informó en una reunión con la comunidad educativa antes de verano, hay previsto un plan integral de organización de espacios. Una vez los técnicos analizaron las posibilidades de utilización se propusieron dos alternativas al centro. Bien, actuar de inmediato con la construcción de cuatro aulas para el curso que arranca; o bien, realizar un proyecto integral de reforma y utilizar dos aulas prefabricadas de forma temporal.
Desde DGA prevén invertir 4 millones de euros en los próximos tres años en Alcañiz. Una de las obras es la construcción de un auditorio, del que se pueda beneficiar el Conservatorio y el resto de centros educativos, así como el cambio de las calderas de los dos edificios del IES. Ya ha salido a licitación por algo más de 93.000 euros para el Cardenal Ram y para el próximo curso se prevé la renovación de los equipos del edificio Loscos.
También se van a efectuar mejoras en los colegios de Valderrobres y Calanda. Ambas obras arrancarán en septiembre y estarán listas en el primer trimestre de 2019. En Valderrobres se han destinado 199.559 euros a ampliar Infantil con dos aulas; y en Calanda, 172.700 para realizar obras en el comedor.
A estas se añaden otras intervenciones financiadas también con DPT tras la firma de un convenio a comienzos de agosto por el cual cada institución aporta 200.000 euros. En la mayoría de casos se suman fondos de los ayuntamientos para completar obras que se están ejecutando (o se han ejecutado ya durante el verano). Incluye a 92 centros de la provincia turolense, -48 de ellos del Bajo Aragón Histórico-. La mayoría están centradas en mejoras de carpintería, sistemas eléctricos y de calefacción, pavimentos y cubiertas entre otras cosas.