La tradición de las alfombras aguavivanas ha centrado este año su temática en la lucha de la España vaciada contra la despoblación
La localidad bajoaragonesa de Aguaviva se tiñó este miércoles de un serrín muy reivindicativo. Los símbolos de la España vaciada protagonizaron las famosas alfombras del Santísimo Misterio. Los animales del campo -como vacas, cerdos o gallinas; los medios de transporte y algunos otros aspectos del ámbito rural predominaron en el colorido tapiz que recorrió las calles del pueblo.
Estas reivindicaciones visuales fueron acompañadas también por la voz de los algunos integrantes de la plataforma Teruel Existe, entre ellos, la de su portavoz Pepe Polo. «Queremos escribir un nuevo relato en el que el protagonismo de las personas que vivimos en la España vaciada sea importante y se nos haga caso», explicaba Polo. Otro icono de lucha presente fue la pancarta reivindicativa de la España vaciada, que estuvo presente en la manifestación que dicho colectivo impulsó en marzo en Madrid.
La tradición de las alfombras se recuperó en 1989 y se celebra cada 28 de agosto. Trata de honrar a un hecho que sucedió a finales del s.XV, en 1475, año en el que se quemó por completo la parroquia aguavivana. De este terrible incendio tan sólo sobrevivieron las sagradas formas que vestían el centro religioso.
Este año, los tapices empezaron a realizarse este martes y se terminaron a lo largo de la mañana del miércoles . Se dibuja con tiza en el suelo la silueta y poco a poco se va completando cada imagen con serrín teñido de colores. Una vez terminado, a las 13.00, se celebró la misa que precedió a la procesión. La ayuda de los vecinos fue un aspecto fundamental para poder llevar a cabo el impresionante tapiz, elaborado manualmente por los aguavivanos.
Las medidas de la alfombra se han acercado al kilómetro de largo y a los dos metros de ancho. El tapiz ha rodeado todo el casco histórico de la población. Lo más curioso es que la costumbre manda que la procesión pase sobre el recién estrenado serrín coloreado, desdibujándolo a su paso.
Esta cita está reconocida como de interés turístico en Aragón desde el año 2017, lo que le ha favorecido en forma de aumento de visitantes.
«Hemos cumplido 30 años desde que recuperamos la tradición y la fiesta goza de muy buena salud. Podemos decir que ha sido una edición muy exitosa. Estamos impresionados de la cantidad de público que ha asistido este año, cada edición va en aumento. Además, recibir el reconocimiento de interés turístico autonómico en 2017 nos ha ayudado a ponernos en el mapa y a traer más visitantes», comentaba el alcalde aguavivano, Aitor Clemente.
Andrés Rubio Ráfales dice
Magníficas y que por muchos años se mantenga la tradición.
Concesa dice
Lo he visto en Aragón TV,me ha parecido una preciosidad un trabajo de participación de sus gentes,da gusto ver a pequeños y grandes colaborando y realizando estas bellezas Felicidades a todos