Tras intensos días de preparativos todo estuvo listo en el momento oportuno. Los vecinos de Estercuel comenzaron con el ritual bien temprano. Sabían que a la noche el fuego debía tomar el pueblo y que para alimentarlo eran imprescindibles las aliagas. El canto de las llamas al bailar y retorcerse no sería posible sin ellas. Tras salir a buscarlas comenzó un día frenético con una agenda repleta de actos marcados por la tradición, que culminaría por la tarde.
Numerosas hogueras se repartieron este sábado por las diferentes calles del pueblo durante la celebración de la Santa Encamisada, declarada Fiesta de Interés Turístico en Aragón. Cientos de vecinos y visitantes no quisieron perderse el momento cumbre de las celebraciones del fin de semana en esta localidad de la Comarca Andorra-Sierra de Arcos.
Sobre las ocho de la tarde se prendió la primera aliaga, seguidamente dio comienzo la Procesión de la Santa Encamisada. Los fiesteros, montados en caballerías, iniciaron el recorrido en la Plaza de la Iglesia, siguiendo a los portadores de los tederos, los gaiteros, el procurador portando el estandarte de San Antón, el Rey, el Conde y los Mayorales. El resto del pueblo acompañó a los fiesteros, bordeando una a una las hogueras preparadas para purificarse así con el fuego.