Si algo no falla en una buena feria es la combinación de productos de kilómetro cero y la artesanía y en Monroyo ambas cosas se han dado cita durante todo el fin de semana. El buen tiempo y las ganas de pasarlo bien con familiares y amigos se han apoderado durante el sábado y el domingo de la localidad para celebrar la 31 edición de la feria de alimentos y artesanía que está más que consolidada en el municipio.
50 expositores repartidos por todo el casco histórico fueron los encargados de darle protagonismo a los productos gastronómicos y a la artesanía. De hecho, el olor a queso, jamón, embutidos, pan artesanal o hasta incluso almendras garrapiñadas se apoderaron del centro de la localidad. Además, aunque algunos de los expositores procedían de Monroyo también había muchos de la comarca, hasta incluso de Valencia que venían por primera vez a la feria y se quedaban sorprendidos de la gran afluencia de vecinos atraídos hasta esta cita que cumple 31 años de vida.
Asimismo, también destacaron los numerosos puestos de artesanía en toda la plaza. Se podían encontrar desde cestas de mimbre hechas a mano y en directo, hasta pendientes, collares, bolsas o perlas. Todas ellas realizadas de forma artesana y con un gran mimo.
Durante la inauguración, la alcaldesa de Monroyo, Gloria Blanc quiso recordar a todos los asistentes la cantidad de asociaciones que existen en una localidad de 400 habitantes y que hacen posible la celebración de actividades lúdicas y ferias como la de este fin de semana de alimentación y artesanía. Por ello, no podía ser de otra manera que el pregón y posterior corte de cinta corriera a manos de uno de los miembros de la Asociación Cultural Sucarrats del municipio en el que le acompañaron los más pequeños del pueblo.
Tras ello, era el turno de la música y es que este año venía cargada de estrenos y novedades. En este sentido, la Charanga Dit y Fet de Monroyo se estrenaba por primera vez en la feria con un gran apoyo de todos los vecinos. «Ha sido nuestra primera actuación y estamos muy contentos porque el ayuntamiento nos ha dado una gran oportunidad», señalaba Eloy Blanc, uno de los integrantes de Dit y Fet. Todo el grupo y seguido de los vecinos empezó un gran pasacalles descubriendo los más de 50 puestos que ofrece la feria. La tarde continúo con el tradicional Juego de Morra, charanga y discomóvil.

El domingo, el jamón volvió a protagonizar las calles con una demostración y degustación y también con atracciones para niños y adultos. Con todo ello, los vecinos de Monroyo dieron por concluida la 31 edición de esta gran feria que ha atraído a miles de visitantes de toda la comarca y alrededores y que ya calienta motores para la celebración del año que viene.
Amiga redactora, puede concretar un poco, porque cuando dice miles de visitantes pueden ser dos o tres mil visitantes o ochenta o noventa mil visitantes. Gracias
Amigo periodista, es evidente por las fotos, por la población y por el número de expositores, que 90.000 personas no hay ni caben ni se les espera, ni viven en la provincia, al decir miles de visitantes bastante favor hace, y no es preciso decir más.