La cuenca minera turolense se recupera de la pesadilla que revivió este lunes y vuelve a poner la vista en el escenario que quedará a partir del 30 de junio en la Villa Minera, con el cierre de la Central Térmica de Andorra y ninguna alternativa laboral sobre la mesa para los más de 100 trabajadores pertenecientes a las subcontratas que se quedarán sin empleo.
La única oportunidad para ellos se ha presentado este viernes, cuando Endesa, el Ayuntamiento de Andorra y el Inaem han dado a conocer el convenio que han firmado para que sean los trabajadores vinculados a la Central quienes tengan prioridad a la hora de realizar los cursos de formación para las tareas de desmantelamiento y montaje de renovables que la eléctrica desarrollará en los próximos años en la localidad.
Pero, en cualquier caso, estos trabajos supondrán un «parche» puesto que tienen fecha de caducidad. Si Endesa se quedase finalmente con los megawatios de evacuación de la Central, a partir de 2027 el empleo se reduciría a los 138 puestos de trabajo. Por lo tanto, lo que demanda el territorio son alternativas capaces de absorber el empleo que se pierde del sector minero-eléctrico.
Ideas hay muchas y todas han sido remitidas al Ministerio de Transición Ecológica en los últimos meses de cara a la firma de los convenios de Transición Justa. El domingo pasado terminó el plazo para que agentes políticos, sociales y empresariales del territorio enviaran sus cuestionarios completados y sus propuestas dentro del proceso participativo que el Ministerio abrió en febrero y que se ha alargado por la crisis sanitaria.
Existen propuestas comunes a todos los agentes participantes como la implantación total de la banda ancha, el desarrollo de la A-68, la elevación de aguas del Ebro a Andorra o el cargadero de La Puebla de Híjar. También abogan todos por facilitar el emprendimiento con la simplificación de los trámites administrativos o una fiscalidad diferenciada. También la mejora y mantenimiento de los servicios básicos y el apoyo al sector agroalimentario con marcas de calidad son reivindicaciones comunes que parten de todos los implicados. Destaca la puesta en marcha de una oficina que se encargue de atraer inversión y canalizar los recursos que dependa del Ministerio así como planes de emprendimiento para jóvenes.
Está previsto que los convenios se firmen después del verano, con la presencia de la Ministra, Teresa Ribera, de nuevo en Andorra.
Dentro de las propuestas para salir de la crisis minera, cabe recordar que el Ayuntamiento de Andorra también ha solicitado que se considere a la provincia de Teruel y en concreto a las comarcas mineras como zona «preferente y de referencia» para el desarrollo de la industria y fabricación de material médico y asistencial.
7 millones más
Al margen de estos convenios, también podrían llegar alternativas a la Villa Minera gracias a la línea de ayudas dotada con siete millones de euros que el Ministerio va a aprobar para los 17 municipios que se verán afectados por el cierre de térmicas en todo el país. En el caso de Andorra, podría presentar la ampliación de la residencia de ancianos, una obra pendiente que permitiría la creación de puestos de trabajo.
Y en el tintero está también la firma de los proyectos del Plan Miner de 2018, paralizados tras el duro informe del Tribunal de Cuentas, y las nuevas convocatorias. Aunque la previsión es que haya avances de cara a septiembre, aún no hay plazos concretos. En este paquete se encuentra, entre otros proyectos, la ampliación del Balneario de Ariño y la residencia de Atadi en Alcorisa. En esta cuestión, es importante el papel del Gobierno de Aragón, que tiene que poner un 25% de la inversión de cada proyecto. Según fuentes consultadas, la partida no está disponible todavía.
Una empresa «avanzada»
Entre tanto, el Gobierno de Aragón asegura que sigue trabajando en la atracción de empresas a la zona. Según ha anunciado estas semanas el vicepresidente del Gobierno, Arturo Aliaga, las conversaciones están «avanzadas» con una empresa extranjera que crearía más de un centenar de puestos de trabajo «en dos o tres años».
Aseguró en varios medios que se trata de una firma dedicada a la fabricación «de componentes e infraestructuras» con representación en Madrid. Fuentes de la Consejería de Industria confirmaron que hasta el momento se han mantenido dos videoconferencias con Nueva York, así como que este sería uno de los proyectos más adelantados de cuantos negocia el Ejecutivo. La empresa no se instalaría en el término municipal de Andorra, pero sí en la cuenca turolense. Por el momento no ha trascendido cuándo iniciaría los trabajos ni a cuánto ascendería la inversión, «que sería importante», en palabras del propio Aliaga.
Las negociaciones no habrían sido ajenas al parón provocado por la crisis del coronavirus. La clave para su desarrollo estaría en las ayudas a proyectos empresariales anunciadas por el Ministerio para la Transición Ecológica, cuya convocatoria se espera en los próximos meses.