Han finalizado las obras de construcción de la nueva intersección entre la carretera A-231 y la TE-V-3006. Se trata del punto mediante el cual se lleva a cabo el acceso al casco urbano de La Fresneda por el sur, así como a la carretera TE-22 que conduce a La Portellada. Por este motivo, es la intersección que utilizan la mayoría de los conductores para viajar entre la villa fresnedina y Valderrobres. Los trabajos de asfaltado y acondicionamiento del nuevo asfalto se dieron por finalizados a principios de esta semana. En los próximos días está previsto que se concluyan las labores de señalización vertical y horizontal. Durante la jornada de ayer, y al cierre de esta edición, se habían iniciado ya los trabajosde pintado y de señalización horizontal.
El nuevo cruce permite eliminar el anterior stop mediante el cual los vehículos, tanto procedentes como en sentido a La Fresneda, debían realizar en la A-231. Antes de la reforma el acceso a la TE-V-3006 se realizaba sin que existiese ningún carril específico para efectuar la maniobra. Todo ello además, en un tramo con poca visibilidad y muy próximo a una curva rápida. A partir de ahora el acceso se llevará a cabo a través de sendos carriles de aceleración y de salida, así como de una isleta mediante la cual se accederá desde la A-231 a la TE-V-3006 desde ambos sentidos.
La finalización de esta nueva intersección constituye el fin de una reivindicación histórica desde La Fresneda que, desde hace varios años, solicitaba poder reformar sus dos puntos de acceso desde la A-231 debido a la peligrosidad que ambos comportaban. «Estamos muy satisfechos porque era una demanda que los fresnedinos planteaban hace muchísimos años al tratarse de dos cruces muy peligrosos», explicó Frederic Fontanet, alcalde de La Fresneda. Los trabajos se iniciaron a principios del pasado mes de octubre y han contado con una inversión de 150.000 euros. Las obras se vieron condicionadas por el paso de la borrasca Filomena que provocó varias incidencias.
De forma simultánea, el ejecutivo autonómico actuó en la estabilización de un terraplén situado en la A-231 entre Valderrobres y el ya citado cruce. Cabe recordar, que el Gobierno de Aragón ya actuó en 2019 en el cruce mediante el cual se accede al casco urbano desde el norte y que, en este caso, utilizan los conductores que llevan a cabo un viaje entre la localidad y Alcañiz. En aquella actuación, de igual modo, se habilitaron sendos carriles de aceleración y de salida así como una isleta central con un stop, mejorando de forma sustancial la visibilidad ya que el punto de unión entre ambas vías está situado en un cambio de rasante. «Hemos solucionado al fin la problemática que presentaban estos accesos y además, en los últimos días y en colaboración con el ayuntamiento, se ha actuado también en varios caminos», explicó el director provincial de Vertebración, Ignacio Belanche.
Asimismo, la Diputación de Teruel reformó los algo más de 500 metros de vía entre esta última intersección y el casco urbano. En este caso la actuación contó con 200.000 euros de fondos procedentes de la institución provincial. Gracias a esta inversión se eliminaron varias curvas de reducido radio, que causaban importantes molestias a los vehículos de transporte, y se construyó una nueva calzada con suficiente anchura y un nuevo firme asfáltico. Tras estas actuaciones quedan prácticamente resueltos los problemas de acceso a la localidad.
Sin embargo, desde el consistorio, apuntaron a que todavía existe un punto situado junto a unas fincas y a una almazara de aceite y que entronca con la A-231. Por ello el consistorio solicitó rebajar el límite de velocidad en dicho tramo a 60 kilómetros por hora, así como instalar unas bandas sonoras para advertir a los conductores de que se trata de un «punto peligroso». «Queremos evitar males mayores porque es una entrada con poca visibilidad», añadió el primer edil.
Nuevo canal de evacuación de agua
Por su parte el Ayuntamiento de La Fresneda ultimó hace varios días la construcción de un nuevo canal de evacuación de las aguas pluviales. El crecimiento urbano de la localidad provocó que las aguas de lluvia afectasen a varias fincas y al camino que comunica la villa con el polígono industrial. «Hemos actuado a través de la concejalía de caminos para solucionar un problema que nos causaba desperfectos cada vez que llovía con fuerza», concluyó Fontanet.